El antes y después de una mesa vieja
Esta semana te damos un respiro navideño que con todo lo que queda tampoco te queremos saturar. De las puertas para separar ambientes del post anterior, pasamos a las mesas de cocina, mejor dicho, a mi mesa de cocina.
Cuando compré mi casa, incluía una serie de muebles, como llamarlos…retros-viejunos. Para hacer la obra nos deshicimos de muchas de ellas que estaban en malas condiciones o que sabíamos que en la futura configuración no iban a encajar por tamaño o por estilo. Pero muchos otros muebles los guardamos con la intención te aprovecharlos, para los primeros meses en los que nos quedamos a dos velas después de pagar la obra integral.
Entre ese montón de muebles que conservamos, se encuentra la mesa que aprovechamos como mesa de cocina. Confieso que no tenia ningún interés en quedarme con esta mesa pero por la insistencia de mi pareja al final nos quedamos con ella. Yo ya tenía elegida «la mesa» pero por cuestión de prioridades esta tenía que esperar. También creo que al final cedí por todo lo que pesaba y las pocas fuerzas que me quedaban para llevar un mueble más a reciclar.
Le he pillado el gustillo a la transformación de muebles con chalkpaint y a la mesa de comedor también le ha tocado su turno. A ver que te parece el resultado.
Tuve muchas dudas de si pintar la mesa o dejarla tal y como estaba (al final le cogí cariño y todo) pero finalmente me decanté por decapar la parte de arriba y darle un barniz blanco y pintar las patas hasta media altura con la pintura a amarilla que me sobró de cuando pinté la cómoda.
Estos son los principales materiales que he usado:
¿Qué te parece el resultado? Para terminar te enseño la mesa que tengo fichada. Se puede encargar en distintos tonos y la que yo he elegido sería con las patas en roble y la tapa en blanco. ¿Te gusta? Estoy contenta con el resultado de esta mesa pero necesitamos una que amplíe más para recibir visitas y esta es casi perfecta. Solo le falla el precio… Es de Shiade