¡Buenos días! ¡Ya estamos aquí de vuelta! ¿Qué tal vuestras vacaciones? ¿Os lo habéis pasado bien? Nosotros muchísimo, solo un pelín agobiados con el calor valenciano, pero muy bien, ya que estos dos meses nos han servido para desconectar un poco. Para daros la bienvenida quería traeros el post del vestidor ya que me lo habéis pedido mucho, y con estos dos meses lo he podido terminar hasta el mínimo detalle .No sabéis el gustazo que es verlo todo y poder elegir que ponerte cada día sin ninguna complicación, es todo tan visual.
Por lo que no os hago esperar más. Voy a intentar que no sea un post muy largo y pesado ¿vale?
Para los nuevos os pongo al día. En casa tenemos dos dormitorios, uno el principal que es el nuestro y uno segundo que estaba destinado al estudio (aquí). Tras dos años viviendo en este piso, el señor novio que tanto insistió en un estudio no lo uso ni dos veces, y yo harta de no tener espacio en dos armarios con su ropa, mi ropa, y la ropa de casa, le dije «aquí hago yo un vestidor y me da igual lo que me digas» jajaja.
Entonces es cuando nos tenemos que plantear tres sencillas cosas:
Presupuesto.
Diseño que nos guste.
Necesidad.
Este es el único proyecto en el que le he estado dando vueltas y vueltas, y durante muchos meses para que me cuadrase todo, ya que mi presupuesto era mínimo (cincuenta euros) Evidentemente según vuestro presupuesto podéis cambiar de materiales o forma del diseño. En este post yo os lo voy a explicar según mi presupuesto, mi diseño y mi necesidad. No es un vestidor pinterest, aunque me gusta mucho la ropa negra, no toda es homogénea y colocada simétricamente, pero es mi vestidor, y no podría estar más contenta con el, porqué por fin tengo un espacio para mi, donde vestirme, sentarme tranquilamente y maquilarme, y tener todo a mano sin tener que estar removiendo, o no poder ponerme una prenda olvidada porque está guardada en una caja por falta de espacio.
Según mi necesidad, yo tenía claro que quería un tocador y una balda para colocar todos mis bolsos, baldas o cajoneras para la ropa doblada y barras para la ropa que se arruga doblada.
Según mi diseño tenía que ser blanco, y que la parte de la ropa estuviese toda en una pared de una forma continua.
Ahora la parte difícil era que mi necesidad y mi diseño encajasen con mi presupuesto, porque era muy ajustado. Estuve mirando precios y diferentes maneras de montarlo, que si con burros (descartado porque se quedaba corto de espacio) que si con unas barras y abajo unas cajoneras Malm de Ikea, que se pueden ver en la mayoría de vestidores (también descartado porque se subía el precio) que si con estantes (me parecía excesivo un estante de un metro por doce euros) Me salía la estructura por un pico que ni os cuento, y eso sin contar con la barra. Que si con barra de cortina, que si con barra de ducha, que si con barra de armario… porque a eso chicos y chicas hay que sumar todos los herrajes, que eso no se cuenta, te dicen «¡vestidor low cost!» ¡Si! si no cuentas con los soportes tornillos, tacos, etc.
Tras mirar, mirar, y hartarme de mirar se me ocurrió comprar un tablero grande y que me lo cortasen con las medidas que yo quería (ya que la pared es de dos metros y medio y yo quería que fuera toda con la ropa) y hacer una balda superior para los bolsos, luego la barra, y dos inferiores para la ropa doblada, aparte podría hacerme con una de las baldas un pequeño tocador usandola a modo de mesa. Con esta estructura solo me faltaría una cajonera (que compraría con el tiempo) para la ropa interior, accesorios y maquillaje, porque si el tocador es una balda no me cabe todo mi maquillaje. Ya veis que con lo sencillo que parece hay que romperse un poco la cabeza si tienes el dinero más contado que tío Gilito.
Hasta aquí todo guay ¿no? ¿Me seguís? menuda parrafá que os estoy contando, pero quiero que se entienda todo bien, jijijiji.
Pues otra vez el presupuesto al garate.
Para las baldas según anchura, profundidad y peso necesitas unas escuadras que no son nada baratas, y que se llevan casi la mitad del presupuesto, las más baratas que encontré para estas medidas fueron estas de aquí de Leroy Merlín *nota 1: súper importante nunca cojáis escuadras terminadas en punta ya que aquí aguantan menos el peso y se os doblaran. *nota 2: Hay tres escuadras por cada balda, lo ideal son cuatro, pero con tres aguanta bien, más abajo os cuento las medidas de las baldas.
Las barras como os comentaba antes deben ser gordas para aguantar el peso y su precio es aproximadamente de doce o quince euros y encima tienes que contar el peso que va a llevar y ponerle tres mil doscientos anclajes a unos cinco euros cada uno, para que ni se doble la barra, ni te la quedes en la mano…por lo que se volvía a subir el presupuesto.
Otra vez mis ilusiones de tener un vestidor se venían abajo, hasta que di con estas barras de Ikea y dije ¡por finnnnn!
Son muy económicas, su precio cuando yo las compré era de 4 euros, lamentablemente las han subido a seis, no se porque los señores de Ikea han decidido incrementar el precio de muchos de sus artículos.
Son ajustables desde los sesenta centímetros hasta 90 cm. Por lo que solo tenía que comprar dos para los dos metros de estructura de baldas.
Aguantan hasta un peso de quince kilos. Aquí mi gran duda porque no se cuanto pesaba la ropa y me arriesgaba un poco, pero ya veis la cantidad de ropa y ni se han doblado ni descolgado de la pared, también os tengo que decir que no cuelgo chaquetas ni abrigos. Estos están guardados en uno de los armarios, ya que mi armario se lo quedo Cris, y el armario de Cris se ha destinado para la ropa de casa y los abrigos. Si no disponéis de un armario extra lo ideal seria colocar un burro en el vestidor para este tipo de prendas. En Ikea tenéis uno a muy buen precio aquí.
Lo mejor de todo es que me olvidaba de los puñeteros anclajes, porque forman parte de la misma estructura de la barra.
Lo malo que hay una pequeña separación y no es una barra continua a lo largo de la estructura, pero ningún problema porque de un gasto mínimo de treinta euros sólo me gastaba ocho ¡¡bye bye barra que casi te cargas mi vestidor!!
Nota: me faltan cambiar algunas perchas para que sean todas blaquitas 🙂
Me quedaban mirar los tableros, me hubiera gustado uno laminado, que aunque era barato se subía un pelín del dichoso presupuesto, pero finalmente recurrí a los tableros de Leroy Merlin de pino que ya habéis visto por el blog ya que hay uno (ya que no está en todos los Leroy Merlin, ni a la venta en la web) que cuesta 13 euros y son sesenta centímetros de ancho y dos metros de largo (el normal son cincuenta de ancho y dos metros de largo) por lo que comprando dos tableros y cortándolos por la mitad obtenía cuatro tableros o léase también baldas de treinta centímetros de profundidad y dos metros de largo, la única diferencia es el acabado pero a mí no me importaba porque al pintarlo de blanco y dejar que se viese la beta de la madera encaja perfecta con el estilo de mi casa. Tres de los tableros fueron destinados para la estructura de la ropa, y el cuarto se dividió en dos para hacer el tocador de un metro de largo, y el otro metro que me quedaba me sirvió para cambiar el aspecto de un mueble. ¡Por fin tenía mi vestidor adaptado a mi gusto, necesidad y presupuesto! y lo mejor es que si un día nos vamos, cortando otra vez los tableros es adaptable a cualquier habitación nueva, al igual que las barras ajustables.
Despues de esperar, visitar doscientos mil sitios y webs, coincidió el día en el que Leroy Merlin quitaba a todos sus productos un quince por cien (menos mal que Cris no quiso llevarme a comprar los materiales el día que yo quería, este hombre y su pereza por la decoración o arreglos de casa nos salvan más de una vez, jejeje), por lo que mi presupuesto bajaba diez euros y mi tía además me regalaba una cajonera (otro dinero extra que me ahorraba), en la que use la madera sobrante. Os invitó a imaginar la escena de aquí la menda en una nube de felicidad al oír estas dos cosas y pegando saltitos como una niña por toda la casa.
Finalmente tocaba los detalles decos, muy sencillos, ya que la ropa por si sola llama mucho la atención.
Unas cajas para organizar el maquillaje mas diario, y quede todo mas recogido.
Y una banqueta de fácil uso para llegar a los bolsos , y así poder usarlos todos (aquí)
Con este post os quería mostrar que con un presupuesto híper mega ajustado se puede hacer un señor vestidor, ya que cotilleando por la red siempre veo vestidores low cost que no lo son porque doscientos-trescientos euros no es low cost, perdonarme pero no. Bien es cierto que yo me he ahorrado la cajonera, el espejo del tocador, la silla etc. porque ya las tenia, pero seguro que vosotros también tenéis cosas así o si no las tenéis poquito poco se pueden comprar, que los hay muy económicos, que en conjunto con esta idea creo sinceramente que os podéis montar un vestidor entero con sus detalles (que tampoco se suelen comentar) por no mucho más de lo que me ha costado a mí. Solo es tener paciencia y mirar y mirar hasta que coincida vuestro presupuesto.
En cuanto al tema polvo, no os voy a mentir se genera, y más cuando tienes animales, pero si le dais el mismo mantenimiento de limpieza como cualquier otra estancia de la casa, no hay ningún problema.
Espero que os haya sido de ayuda y no os haya resultado pesado y os hayáis dormido, pero quería que lo supierais todo, todito 😉 Creo que no me olvido nada pero si tenéis cualquier duda ya sabéis que me la podeis decir en los comentarios.
Un beso muy grande y nos vemos en el post del viernes.
Rocco en mi Sofá es un blog para enseñaros mi visión desde un punto de vista económico, puesto que por mi edad, situación económica y el piso donde vivo en estos momentos, una vivienda alquilada, no me da para mucho más y como hay muchas personas en la misma situación, que mejor manera de darles ideas.