DIY Soporte para maceta
¡Buenos días!
Tengo una gata que le encanta comer verde (de hecho en las fotos se ve),¡me ha salido vegetariana!, así que tenía que buscar una solución ya que mis monsteras corrían mucho peligro…hoja nueva que sale, tan fresca y blandita…a la boca que va!! Las demás plantas ni las toca, oye, pero como se ve que tienen las hojas más duras no le interesa, claro…
Voy a seguir reciclando listones, del mismo tipo que los que usé en el último diy de la escalera, pero esta vez para hacer un soporte para macetas y tenerlas protegidas de dientes gatunos 🙂
Tenía listones para dar y regalar, ¡y aún me quedan!
Estos listones los usé también para hacer el carrito camarera que hice este verano, me están dando bastante de sí, y yo tan contenta. Con qué poco se pueden hacer cosas útiles!
Sólo me hicieron falta cuatro de ellos y dos listones planos que también tengo a montones, así que de momento coste cero.
Para hacer el apoyo de la maceta usé los listones planos cortándolos de 21cm cada uno.
Después marqué en el centro el hueco que tenía que cortar con el grosor del listón (en este caso de 1cm) para encajarlos entre sí.
Corté con la sierra los de los laterales y para acabar usé la multifunción tipo dremel y le hice unos agujerillos para sacar esa parte.
Para dejar los cortes limpios limé y ya se podían encajar bien.
La parte más «difícil» entre comillas, venía ahora, ya que para unir las patas con la parte de soporte, lo hice mediante tacos de madera, y los que tenía en casa eran justitos para los listones planos.
Vamos, que me desviaba un poco y habría metido la pata y habría tenido que volver a empezar en otro listón…pero no fue así, así que bien!
Se agujerean los cuatro listones del soporte con cuidado, y las patas, a la altura que se quiera poner la maceta, que en mi caso fue a mitad, unos 25cm, ya que de alto lo hice de 50cm.
Ya con todos los agujeros hechos se ponen los cuatro tacos, se encolan para que no se muevan (si no no tiene nada de estabilidad), y se une todo,
Las maderas estaban muy feuchas porque las tenía en la terraza y entre la lluvia y el sol…cosas que pasan, así que un par de capas de pintura blanca y arreglado!
El único gasto que tuve, que fue para darle algo de vidilla, fueron unos tapones de cobre, un total de ¡dos euros!
Aquí lo tenéis terminado, y yo encantada con el resultado, pero mi gata…no tanto 🙂
Creo que voy a hacerme alguno más de este tipo, y si tú te animas…¡enséñamelo!
Como siempre, espero que te haya gustado este post.
¡Hasta el próximo!