DIY: Polvos de maquillaje caseros
Como no acostumbro a utilizar base de maquillaje siempre he tenido problemas para encontrar algo equivalente en cuanto a cobertura y acabado, pero que fuera lo suficientemente ligero para mi gusto. A lo largo de mi vida he probado casi de todo: bases ligeras en formato líquido y compacto, polvos translúcidos, marcas caras y baratas, cremas con color… Y bueno, nunca estaba del todo contenta hasta que hace unos cuantos años pusieron a la venta unos polvos de maquillaje con base mineral. Desde la primera aplicación me encantaron. Dejaban la piel suave, controlaban los brillos y podías ajustar la cobertura, eran ideales para tener buena cara sin tener que ir maquillada. El problema es que eran carísimos y además dejaron de venderlos un par de años después, así que no los encontraba por ninguna parte. Un tiempo después descubrí estos polvos minerales de Avon, y es lo que he estado usando hasta hace unos meses que aprendí a hacer mis propios polvos de maquillaje, 100% naturales (y con ingredientes ecológicos).
Las ventajas de hacerlos en casa y no comprar fórmulas comerciales son más que evidentes:
– Control total de los ingredientes, así como su procedencia.
– Muchísimo más económicos (el promedio de un bote en tiendas es de unos 16€ para una cantidad de 6 gr. de producto, frente a unos 10-15€ que te costará comprar todos los ingredientes con los que podrás hacer alrededor de hasta 1 kilo de producto).
– Propiedades beneficiosas para tu piel.
– Sostenibles y en armonía con la filosofía de vida minimalista.
– Color completamente personalizado y ajustado a tu tono de piel.
El resultado son unos polvos de maquillaje con una cobertura media, que puedes adaptar a las necesidades de tu piel y utilizar a diario, tanto solos como encima de la base para fijarla. Yo los uso cada día para tener buena cara y sobre la BB Cream cuando quiero ir algo más arreglada y que dure intacta toda la jornada.
Quiero recordaros que mi piel es mixta y al mismo tiempo muy sensible, y estos polvos de maquillaje me van tan bien que he dejado de comprarlos en versión comercial. De todas formas, el rostro de cada una es diferente, así que haced una prueba primero 🙂
Ingredientes y utensilios
Los ingredientes pueden ajustarse dependiendo del resultado que queramos obtener. Como he dicho arriba, una de las grandes ventajas de hacer cosméticos en casa es poder controlar de dónde vienen los ingredientes que ponemos en nuestra piel, así que os aconsejo comprarlos en una tienda de productos naturales o herbolario, y preferiblemente que sean ecológicos o bio.
Seguro que alguno de los ingredientes de la lista ya los tenéis en casa.
– Cuenco para mezclar los ingredientes, que no sea metálico.
– Cuchara o algo para remover, de nuevo, que no sea de metal.
– Bote de cristal con tapa o bote de plástico para guardar los polvos. También podemos reutilizar un bote de polvos faciales que ya tuviéramos en casa, yo los tengo así.
– Arrow-root. El arrow-root o arrurruz es la harina procedente del rizoma de la planta Maranta arundinacea y se utiliza como espesante en cocina y también como ingrediente base de muchos productos cosméticos. En cualquier tienda de productos naturales y herbolario la podéis encontrar sin problema.
– Arcilla. En mi caso, utilicé arcilla verde por sus propiedades y porque su tono verdoso ayuda a disimular las rojeces de la piel, pero podéis utilizar arcilla blanca o de bentonita.
– Cacao en polvo. Para dar color a los polvos de maquillaje.
Además, podemos utilizar canela en polvo, nuez moscada, arcilla roja y jengibre en polvo para dar más profundidad al color que hemos obtenido con el cacao en polvo, y ajustar así al máximo la tonalidad.
Todos los ingredientes que he utilizado son de agricultura ecológica o bio, y lo único que he tenido que comprar es lo que veis en la imagen superior, el resto ya lo tenía en casa. El coste total de los tres paquetes (arcilla verde italiana, arrow-root y cacao) fue de aproximadamente 10€.
Como añadido, os recomiendo utilizar también unas gotas de aceite esencial de lavanda o de vitamina E líquida, que ayuda a asentar los polvos y a que se conserven mejor, pero si no tenéis, no hace falta.
Empezaremos colocando en el cuenco dos cucharadas de arrow-root y una de arcilla, mezclando bien. Después será cuestión de ir añadiendo cacao en polvo poco a poco, hasta que encontremos el tono que buscamos.
Ya veis que no tiene complicación…
Para añadir matices a los polvos, utiliza canela en polvo, arcilla roja, nuez moscada y jengibre en polvo. Los míos sólo tienen un poco de canela y nuez moscada, puesto que es lo que tengo en casa. Ve probando en el dorso de la mano (o mejor aún, en el rostro), hasta que tengas el tono adecuado (a más cacao, canela, etc. polvos más oscuros). Mezcla muy bien hasta que todos los ingredientes se integren.
Una vez que tengas el color que quieres, puedes añadir las gotas de aceite esencial. Utiliza unas 5 gotas por cada cucharada de polvos. Remueve bien y deja que los polvos se sequen.
Cuando estén completamente secos, los polvos deberían de quedar sueltos. Es el momento de ponerlos en el recipiente de cristal y guardarlos con la tapa bien cerrada. Suelen aguantar entre 6 meses y un año o más.
Gracias al arrow-root tendremos la piel mate, y la arcilla absorbe la grasa que se va produciendo sobre la piel a lo largo del día.
Estos polvos rinden muchísimo más que unos comerciales, por lo que necesitaremos muy poca cantidad. Yo recomiendo aplicarlos con una brocha especial para polvos y retirar bien el sobrante antes de aplicarlos (de ahí que una caja vieja de polvos faciales sea tan conveniente para guardarlos).
Ya habéis visto lo fácil que es hacer polvos de maquillaje en casa. Y no sólo son completamente naturales y respetuosos con nuestra piel, si no que además son económicos y no tienen nada que envidiar a los que nos venden en las tiendas, así que no tienes excusa para no hacerlos.
No os quiero contar la satisfacción que da poder hacer cosméticos en casa de forma tan sencilla, es genial 😀
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