DIY Plantas sin flores inimitables que no hay que cuidar
Sois de aquellos a los que les encantan las plantas pero todas se os mueren? ¿Os gustaría tener plantas siempre verdes aunque se os olvide cuidarlas?
Tener plantas en casa produce alegría, todos lo sabemos, y creo que hemos encontrado una solución para no tener que cuidarlas y tener un ambiente verde.
Este post va dedicado a todos aquellos manazas, entre los que me incluyo, que matan todas sus plantas aunque no quieran, estas plantas no necesitan ni luz, ni sol, ni agua ni nada de nada! son perfectas para tener un rincón verde, y además tienen la virtud de que pueden ser como tú quieras, verdes,azules,amarillas,rosas, adaptadas a tu decoración.
Este post también va dedicado a los que quieran pasar un rato relajado haciendo algo único con sus manos, creedme que sirve como terapia contra la ansiedad y el estres, está demostrado que utilizar la creatividad aumenta la autoestima, y concentrarte en una actividad manual ayuda a desconectarse de los problemas mientras reflejas en un objeto tu personalidad.
Estas plantas de madera que acabas como tú quieras no son plantas medicinales, pero o aseguro que son terapéuticas, sólo elegir los colores y mezclarlos te hará pasar un buen rato, si las regalas, harás que te recuerden, pero os aseguro que cuando las termineis os la querreis quedar para vosotros.
Aquí os mostramos cómo acabamos unas, para que podais hacerlas iguales, o si quereis las hagais diferentes,singulares, el límite lo pones tú.
.Estas son las hojas de tu planta, son nueve, la más alta mide 64cm y cada una es distinta, ahora sólo tienes que elegir qué colores vas a usar, nosotros utilizamos pintura acrílica, pero puedes utilizar chalk paint o la pintura que querais, e hicimos toda una gama de verdes simplemente mezclando azul cyan, amarillo y algo de negro para oscurecer, para conseguir distintas tonalidades fuimos añadiendo de uno u otro componente, según lo ibamos necesitando:
Fuimos pintando cada hoja en un color verde, intentando que fuesen distintos para darle más interés a nuestra planta, unas quedaron más azules, otras más amarillas y otras más oscuras:
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Las dejamos secar y pintamos la otra cara, no tienen porque ser iguales las 2 caras, ni siquiera los cantos tienen que ser iguales, ¡cuanta más variación le pongas de color, más llamativa será!
Una vez secas vamos a decorarlas con otro tono de verde que haga contraste con el fondo, intentando que parezcan los nervios de las hojas, pero se puede usar cualquier motivo que se quiera, puedes pintarlas a lunares si te apetece, o hacer líneas, desarrolla tu creatividad y hazlo inimitable!.
Una vez hecho esto sólo hay que colocarlas dentro de una maceta no muy grande (las pequeñas de IKEA pueden valer) con piedras, que también podrías pintar como quieras o dejarlas al natural.
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