DIY: Pintura ecológica para niños
Muchos padres me entenderán si digo que en el colegio de mi hijo me han puesto deberes a mí. Y los últimos me han gustando tanto y he disfrutado tanto haciéndolos que he decidido contároslo. Se trata de sacar pigmentos de color de frutas y verduras para elaborar pinturas ecológicas y no tóxicas.
La actividad me pareció maravillosa por muchos motivos: porque no hay nada que me guste más que fabricar mis propias cosas desde el principio (en este caso la pintura); porque es algo que también pueden hacer los niños y que les ayuda a ver las frutas y verduras desde otra perspectiva, a manipularlas, a trabajarlas, a conocerlas más… y si las conocen más dejan de tenerlas tanto miedo; porque permite que los niños hagan sus dibujos con pinturas no tóxicas (eso sí, algunas manchan mucho).
Yo elegí las fresas para hacer el rosa, pero hay muchísimas opciones: como las espinacas para el verde, las naranjas o las zanahorias para el naranja, la remolacha para el morado, los arándanos para el azul… etc.
– Frutas o verduras a elegir según el color que quieras conseguir.
– Un mortero (o una batidora).
– Un colador.
– Harina.
– Un recipiente para la pintura.
1. Corta la fruta o verdura en trocitos muy pequeños.
2. Machaca los trocitos en un mortero hasta conseguir una pasta más o menos líquida (También puedes usar una batidora).
3. Cuela la masa para quitarle las pepitas o durezas.
4. Añade harina hasta lograr el espesor suficiente de una pintura y remueve bien hasta conseguir una masa homogénea.
¡Y ya la tienes! Sólo debes tener en cuenta que esta pintura caduca y es recomendable guardarla en el frigorífico y no usarla después de dos días de haberla hecho, ya que puede salir moho o el olor que desprenda no sea el mejor…