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diy: pendientes de arcilla polimérica

Hoy os traigo un DIY que he hecho con un material muy popular: la arcilla polimérica. Con ella he hecho varios modelos de pendientes ¡para probar diferentes técnicas y opciones!

La verdad es que nunca había usado este material. Bueno, de pequeña sí, pero desde que tengo el blog, no. Y quizás tenía que haber hecho otros DIY antes de lanzarme con los pendientes (como os contaré más abajo, se me quemó una primera tanda), pero bueno, de los errores se aprende 🙂

Usar la arcilla polimérica es muy fácil, y este tutorial de pendientes creo que es muy genial para hacer con los peques y que se diseñen sus propias joyas. ¡Y quedan muy para la feria de abril, que está a la vuelta de la esquina! 😛

La marca más conocida de arcilla polimérica es FIMO, pero yo usé un kit que me compré en Amazon y que traía muchos colores distintos. Me pareció buena opción para comenzar a probar. No sé si se notarán las diferencias entre una u otra.

Para hacer este tutorial, necesitas:
– Arcilla polimérica (yo usé este kit)
– Rodillo sin textura
– Papel de hornear
– Cuchilla, tijeras
– Anillas, tapas y partes de atrás del pendiente
– Pegamento
– Alfiler o punzón para hacer los agujeros
– Moldes redondos

Con respecto a los moldes, por salir del paso compré unos en el chino pero no me gustaron mucho, ya que no tenían mucha variedad de tamaños. Ya he fichado estos para la próxima vez 🙂

Lo primero es proteger nuestra mesa. Para ello, colocamos el papel de hornear y, si podemos, lo fijamos con cinta aislante, de carrocero o simplemente celo.

Después, comenzaremos a dar forma a nuestros pendientes. En las fotos, veréis que utilicé varias técnicas para combinar colores. Podemos aplanar un color y después poner algunas bolas medianas encima y darle con el rodillo.

Si queremos imitar un poco el efecto terrazo, debemos aplanar un color y después cortar por encima pequeños trozos de diferentes colores, y de forma irregular.

Para hacer efecto mármol, lo ideal es coger dos colores, hacer dos churros, mezclarlos, e ir cortando trozos y volviendo a ponerlos, aplanando, hasta que consigamos un efecto que nos guste.

Si lo que queremos es una forma redonda (o con algún otro molde), solo tenemos que ponerlo encima y apretar. También podemos hacer la forma que queramos. En el caso de la monstera, yo la dibujé en un folio. Luego coloqué el folio en mi arcilla, la marqué con la cuchilla, y ya retiré el papel y fui cortando con cuidado.

Si vamos a unir varias partes con anillas, es importante hacer los agujeros antes de cocer las piezas. Para ello, simplemente coge un punzón o aguja y márcalos.

Una vez tenemos todos nuestros pendientes, los colocamos en una rejilla y nos vamos al horno. Aquí es muy importante seguir las instrucciones del fabricante de arcilla. En mi caso, la primera tanda de pendiente se quemó (mi horno no marca la temperatura y se me fue la mano), y solo pude rescatar un par. Para la siguiente tanda tuve más cuidado.

Esta era la primera bandeja antes de entrar al horno. Fue una pena que se quemaran, porque los grandes con naranja me encantaban

Cuando los hemos sacado del horno, los dejamos enfriar (de primeras salen blanditos pero se endurecen conforme secan). Y después, solo queda colocar las partes de atrás del pendiente con pegamento y sumar las anillas para unir las diferentes partes.

Como paso final, yo le apliqué un spray de barniz mate para que no brillaran tanto, pero esto es opcional.


¡Y listo! Una forma divertida de hacer pendientes. Como digo, genial para los peques (siempre que lo hagan con supervisión y que el horneado lo ejecute un adulto).

Yo estoy segura de que la próxima tanda me saldrán más bonitos 🙂

¡Feliz viernes!

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