diy: pendientes con plástico mágico
¡Hola hola! Hoy vengo a contaros mi primera experiencia con el plástico mágico, un material muy singular al que le tenía ganas. La verdad es que el resultado es sorprendente y estoy segura de que lo usaré mucho más.
El plástico mágico es un material que se vende en láminas tamaño folio, como si fueran las transparencias de las diapositivas. La diferencia está en su comportamiento cuando lo calentamos (con una pistola de calor o en el horno): disminuye de tamaño y aumenta su grosor, pasando de una lámina fina y que se parte con facilidad a un plástico duro y resistente.
Tenía ganas desde hace tiempo de usar este material porque había visto resultados sorprendentes. Así que finalmente me animé con unos pendientes, algo fácil para empezar. Para hacerlos necesitamos:
– Plástico mágico (yo compré este de Amazon, el que vi más baratito).
– Pintura dorada en spray (o el color y formato que queráis)
– Un rotulador permanente (o que pinte en plástico)
– Bases para pendientes
– Tijeras, un folio
– Pegamento de contacto
Existe también plástico mágico para imprimir, lo cual ofrece un montón de posibilidades, pero lo vi mucho más caro que el normal. El normal no se puede imprimir porque al ser plástico liso, la tinta resbala. Tengo que ingeniar alguna forma para que se adhiera… Ya os contaré.
Bueno, vamos al lío.
Comenzamos dibujando, en un folio, la forma de los pendientes que vamos a hacer. Como no sabía cómo quedarían, yo hice muchos (los cuales, ya os adelanto, no me quedaron todos bien). Hay que tener en cuenta una cosa muy importante: el plástico mágico disminuye mucho de tamaño. Para que os hagáis a la idea, el círculo del conejito medía 2,50cm antes de calentar, y después se quedó en 0,95cm.
Lo mejor es que hagáis pruebas hasta que deis con el tamaño adecuado. Pero ante la duda, hacedlo más grandecito y punto.
Una vez tenemos los dibujos hechos, los calcamos al plástico mágico con el rotulador permanente. El mío es transparente y esto es más que fácil, pero también existe plástico blanco. En ese caso, si no podéis calcar bien, podéis recortar la figura y copiar su contorno.
Después, toca recortar. Os recomiendo que uséis unas tijeras finitas. El plástico, aunque se corta fácil, es más gordo que un folio normal, y dibujos más complejos pueden ser complicados.
Cuando ya tengamos todas las figuras, vamos al horno. Es recomendable haberlo precalentado. Cada plástico tiene sus propias indicaciones. El mío decía un par de minutos a 160º, y así hice. Veréis que, durante el proceso, las formas se retuercen y se deforman, aunque luego vuelven a su estado original. Es muy divertido. Las mías que se quedaron un poco dobladas, si lo hubiera dejado un poco más se habrían quedado lisas lisas.
Al salir del horno está un poco flexible, así que podemos poner un libro encima para asegurar que se quede plano. Una vez seco, no se pega a nada.
Las fotos del portaminas las hice para que viérais la diferencia de tamaño
¡Ya tenemos nuestras formas de pendientes!
Como veis en las fotos, no todas me quedaron bien, por lo que digo del tiempo. Es cuestión de ir probando, de los errores se aprende. Pero, por suerte, puede rescatar los más monos: conejos, gatos, piñas, rayos, dinosaurios…
El siguiente paso es la «chapa y pintura«. Yo opté por pintura en spray porque se queda más homogénea y es más rápido, pero podéis elegir acrílicos, chalk paint, esmalte de uñas, rotuladores permanentes… Lo que queráis.
Además, me decanté por el dorado porque queda más elegante. Sé que si hubiera metido color a los pendientes, luego seguro que no me los pongo.
Si elegís, como yo, el spray, aplicadlo con cuidado, id lentamente y aplicando la pintura poco a poco. Si echáis un buen chorro… los pendientes saldrán volando 🙂
Ya solo queda dejarlos secar, y pegarles por detrás la base de los pendientes. ¡Listo!
Como veis en las fotos, no tenía bases suficientes para todos los pendientes… Así que se la puse a mis preferidos jijiji. Tampoco esos me quedaron perfectos, quedaron un poco curvados, pero bueno, me gustan 🙂
Me gusta mucho el resultado y me ha divertido mucho esto del plástico mágico, seguro que ingenio nuevos tutoriales con él 🙂
¿Qué os parece?
¿Lo habíais probado alguna vez?