Ya estoy de vuelta! (llevaba unas semanas sin publicar porque estoy en fase «limpieza vital», ya os lo contaré, me está sentando genial).
A lo que vamos… hace unas semanas asistí a uno de los talleres del DIY Hunters Day, en concreto el de Javi (Yo No Lo Tiraría) en el que hicimos una bonita lámpara de estilo nórdico sin usar un sólo clavo…
Y aunque la lámpara original es rebonita tal como es, yo tengo vicio por pintar con chalkpaint y por los papeles de scrapbooking bonitos y no he podido resistirme, una vez en casa, a decorarla a mi estilo…
Me costó apenas media hora. Primero apliqué una capa de chalk paint (en concreto Fresa Soho de La Pajarita) y después lijé un poco la superficie para dejar zonas con aspecto desgastado.
Recorté de mis papeles dos cuadrados de 18x18cm (la medida del frente de la lámpara):
Como mi idea inicial era que el aspecto de la lámpara fuese sencillo de cambiar, decidí no pegar el frente con cola ni pegamento, sino con celo de doble cara o, mejor aún, con mi nuevo mejor amigo, el Dot Liner, que deja una banda de pequeños puntos adhesivos, es comodísimo de usar! (yo ahora la uso para pegar sellos carvados a mano a sus bases, para todo tipo de trabajos de craft y scrap, para pegar fotografías…). Podéis comprarlo aquí 😉
Al pegarlo así, es muy sencillo de retirar y colocar otro cuando un tiempo después te hayas cansado, incluso puede ponerse uno sobre otro y no se nota! (en la foto,en la versión con flores el papel está pegado sobre el papel de topos con unos pequeños toques de Dot Liner)
Por supuesto, por detrás queda abierta, pero una vez puesta, no se nota y queda fenomenal.
También podemos hacer un pequeño agujero con un taladro, pasar el cable y pegar un papel por cada lado; así tendríamos una lámpara reversible!
De momento esta versión ya tiene un lugar en mi mesa de trabajo… ¿cuál os gusta más?