diy: jarrón con pan de oro
Tenía muchas ganas de probar a hacer algo con pan de oro, así que por fin me he lanzado. Por si no lo conocéis, el pan de oro son unas láminas muy finas de este metal precioso y que sirven para muchísimas manualidades. Normalmente se usa para dar leves toques a marcos de cuadros o a muebles, pero hay muchas opciones más, y más actuales. Ya os conté aquí mi creciente interés por el dorado, así que es una forma muy fácil y barata de dar ese toque a cualquier rincón.
Para ser la primera vez que utilizaba el pan de oro, quería hacer algo sencillo, que me permitiera familiarizarme con él. Así que me decanté por un jarrón con un toque dorado. Para hacerlo, necesitamos:
– Pan de oro (yo lo compré aquí)
– Una botella o jarrón de cristal
– Cola blanca (que quede transparente al secar)
– Un par de pinceles
Dentro del pan de oro a distintas calidades, dependiendo del nivel de metal que lleve en su composición. Pero vamos, que tampoco os hace falta derrochar para unos buenos resultados. El que yo compré es bastante económico y me ha encantado.
La realización es muy sencilla. Basta con aplicar un poco de cola blanca sobre la superficie que queremos que se dore, ayudándonos con un pincel. La capa debe de ser finita, e incluso si mezclamos la cola con un poco de agua, mejor. No lo distribuyáis de forma perfecta, podéis dejar huecos, aplicarlo irregularmente…
El siguiente paso es coger la lámina de pan de oro y colocarla sobre la cola blanca. Es muy muy finita y se rompe con mirarla, así que hacedlo con delicadeza. Eso sí, si se rompe un poco, no pasa nada. Cogéis el trozo restante y lo colocáis en otro lado con cola.
No os esmeréis tampoco en que quede liso y perfecto. El pan de oro deja un bonito efecto como quebrado o roto, que se consigue dejando huecos, arrugándolo un poco, y, en definitiva, colocándolo de forma imperfecta. Y como os digo, podéis ir quitando las partes que no se pegan (por ejemplo, las que se quedan por debajo de la botella) para colocarlas en otro lado.
Una vez hemos cubierta toda la cola, dejamos secar bien. Entonces, con un pincel seco (no vale el que hemos usado para aplicar el adhesivo) vamos retirando todos los restos. Veréis que se caen con mucha facilidad. Y esto dejará huecos, partes levantadas, quebradas… Si alguna parte se despega mucho, podéis apretarla con el dedo. La idea es quitar los restos y conseguir ese efecto viejo. Es importante que esté totalmente seca la cola, porque si no, al intentar retirar, el pincel se mojará y no podremos retirar bien el pan de oro.
¡Y listo! Ya tenemos nuestro jarrón con pan de oro. Como veis, es muy fácil, solo hay que tener un poco de cuidado con las finas láminas. Ya pensaré en nuevas aplicaciones (bueno, ya tengo algunas en mente…).
Las virutas restantes las podéis guardar en una bolsita, para vuestra próxima manualidad. Si se trata de una superficie pequeña, o para llenar huecos, os pueden servir, y así no las desperdiciamos 🙂
Me encanta la combinación del dorado con tonos naturales: la madera, unas ramas verdes… Por eso, ni siquiera me compliqué en buscar unas flores, con un poco de hiedra me parece precioso.
Creo que en las fotos no se termina de apreciar el efecto envejecido. No debo de ser muy buena fotógrafa… Solo quiero que os animéis a hacerlo vosotras y veáis el resultado con vuestros propios ojos 🙂
¿Qué os parece?
¿Habéis utilizado alguna vez el pan de oro?