DIY: Dispensador de washi tape
¡Buenos días bonitos!
El de hoy, será un post para poner las manos sobre la masa. Sobre la masa de las manualidades y de los donuts, que es el pequeño protagonista. ¡Ya sabéis la adoración que tengo por estos bollitos de colores! Bueno, que digo, adoración por el dulce en general, y punto. ¿A quién pretendo engañar?
Así que en el tutorial de hoy, os enseñaré a hacer un bonito dispensador de washi tapes.
En realidad, yo lo hice con la forma de donuts, pero está claro, que le podéis dar la forma y el dibujo que vosotros queráis, las opciones son infinitas. He de reconocer, que no todo lo hice yo, tenía la base que compré en el Tiger, así que, sólo lo tunee un poco. No es trampa, ¿no? jijijij.
¿Qué se necesita?
Un dispensador de washi, cuter, lija, placa de madera, pinturas, pinceles.
Primero, medí la superfice que cubría los lados del dispensador, y conseguí un vaso casi del mismo tamaño, con el que dibujé un circulo casi completo, para saber qué quería cubrir de la base original.
Una vez que lo tenía todo dibujado, tocó cortarlo, y lijarlo para que quedase con la forma adecuada, y suave. No hay que olvidarse de las pequeñas hendiduras para colocar el rodillo donde irán los washis.
Momento pintura. Quizás los colores no eran los más adecuados para un donuts… pero eran las tonalidades que tenía, y viéndolo ahora finalizado… tampoco quedó tan mal, ¿no? Marrón para el exterior, y un glaseado rosa, claro está, sino no sería un donuts molón. Hay que acordarse de dejar el huequito del centro.
Un donuts sin confetis de colores, no es un donuts. Así que con diferentes colores, empecé a pintarle sprinkles por todo el glaseado.
Me vine arriba, y puestos a darle color, pinté también la base del Tiger de color menta. Tenía ganas de darle uso a la pintura chalk paint que había comprado hace tiempo, y esta fue una buena oportunidad. (Aunque estoy segura de que algo no hago bien, puesto que me cuesta que cubra… Debo de ser la única persona en la faz de la tierra a la que se le resiste el chalk paint…).
Por último, pegué los donuts a la base original, haciendo que coincidiese bien con las hendiduras. (Patypeando estará orgullosa al ver esta foto: ¡Ya tengo pistola de silicona!)
Sólo quedaba ponerle dentro el rodillo con los washis y… ¡¡Listo!! ¡Un dispensador de washis muy dulce!
Espero que os haya gustado. ¿De qué formas lo haríais vosotros?
PD: Este domingo, vuelve también «La película de la semana«, ¿me dais alguna idea? 🙂