DIY – DESCONTEXTUALIZANDO UNA LLANA
Los que me seguís sabéis que me mola un reto más que a Carmen de Mairena un jeringazo de bótox.
El día que me propusieron “descontextualizar” una herramienta me quedé un poco acojo…. acongojado? y es que a estos de Herramientas Bellota les ha dado por hacer cosas raras con sus productos!
Rezaba para que me llegara un martillo y hacer un colgador (puse velas a San José, patrón de los carpinteros) o bien una tijera de poda y mostraros un videotutorial de cómo me corto las uñas de los pies.
Pero no, ¡recibí el encargo de tunear una llana! (en Instagram lo mostré)
Para los que no sepáis qué narices es eso de una llana os dejo la definición:
“La llana es una herramienta usada en albañilería, formada por una superficie plana, lisa y metálica sujetada por un asa. Según la forma de la superficie plana hay de diversos tipos: dentada, redonda, etc.
La llana se utiliza para los trabajos de blanqueo, extendiendo la pasta sobre las superficies guarnecidas, alisando y comprimiendo la masa con el borde de la herramienta. También es utilizada para extender y aplanar morteros y en lecheados. Con la llana se extiende la cal o yeso con facilidad y ligereza y sirve especialmente para los guarnecidos y blanqueos.”
Ya puestos en materia mirad este tío tan majete lo que ha hecho con ella:
Y justo esa herramienta es la que llegó a mis manos.
Vale que este mozo dejó el listón muy alto (menos en belleza, lo siento), pero yo tenía que ir más allá .
¿Y qué hago yo ahora con esto? Me decía a mi mismo mientras removía un café…
La puse del derecho y del revés, boca arriba y boca abajo y fue al dejarla apoyada sobre la mesa cuando vino la inspiración, y casi me atraganto con mi cafelito:
Un soporte para mis libros de cocina (o la tablet, que ya sabéis que soy muy “dos punto cero”).
Corrí a preparar los materiales, que como siempre tenía por casa, y es que no os podéis imaginar la de recursos que esconde un DIYer en su armario de los tuneos.
Sierra de calar, lijadora eléctrica, adhesivo ultrafuerte y la llana eran los “ingredientes” de mi tuneo.
Busqué un listón que fuera estrecho, pero como no lo encontré ataqué unas maderas de palé que tengo guardadas, restos de otros tuneos.
Corté una tira estrecha de unos 3 cm.
Una vez fabricado mi “listón” lo marqué a la medida del ancho de la llana.
Y lo corté con la sierra caladora (podría haberlo hecho a mano).
Y con esto conseguí… un palo!!!!!!!!!!
Pero este palo es viejo y desgastado como la mayoría de los palés que nos encontramos en la calle.
Se merecía un lavado de cara que aclarara la madera, dejándola límpia a juego con el reluciente mango de la llana.
No quedó igual, pero por lo menos ya queda más conjuntado.
El “palo” debía ir pegado a la parte llana de la llana (tenía que decirlo o moría) así que rebusqué entre mis cientos de adhesivos y opté por uno ultra resistente que aunque tienes que esperar 24 horas para su secado total te aseguras que eso no lo despega ni Conan el Bárbaro.
3 pegotes y ale, a presionar unos segundos con los dedos. Para asegurarme que se esparce bien el adhesivo “meneé” el palo en un pequeño movimiento circular.
No me preocupó lo más mínimo que se saliera por los lados, ya que una vez seco se corta con un cúter sin dejar ni rastro.
Y cuando secó…
¡Ya tenía mi soporte DIY para la cocina!
Además tiene la medida perfecta tanto para libros…
Como para la tablet, que la puedo poner horizontal o vertical sin problema.
Espero que os haya gustado el reto que nos ha brindado Bellota. Estad atentos a la blogosfera, pronto más herramientas perderán su sentido 
Y como siempre, si te ha gustado… comparte, etiqueta a tus amigos albañiles, cocinillas o DIYers y dale “me gusta” a la publicación, eso me hace feliz ^^…. ¡y lo sabes!
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