DIY | Decoración de Interiores: Cómo restaurar una silla para el vestidor…

Os presento mi última adquisición.

Ahora mi casa podría decirse que ya está «casi» completa. Digo casi porque creo que no dejaré de mirar cosas para redecorarla una y otra vez. Y es que llevo meses teniendo todo lo imprescindible para vivir pero me lo he pasado tan bien amueblando mi hogar que en algunos temitas «me he recreado» jajajajaja.

«Qué queréis que os diga nenas, si por mis brazos corre sangre Bolena». Y no es sólo cosa mía que a mi amado consorte le va la marcha.

Una muestra de ello es esta silla Thonet. La compramos en un anticuario el último fin de semana libre antes de irnos de vacaciones. Un sábado de esos que no quieres salir de la cama ni a tiros.

De hecho me sacó a regañadientes de casa y luego resultó que me lo pasé genial porque me llevo de ruta por un montón de tiendecitas «cuquis» de esas que sabe que me encantan, encontramos la silla (por suerte fuimos en coche), visitamos los sitios de moda de este verano y descubrimos algunos nuevos a los que estoy deseando volver. Fue un día de esos bien aprovechados…

¡¡Hasta probé una tarta de zanahoria nueva!! Ya sabéis que estoy haciendo una cata pero de momento ninguna supera a la tarta de mi cumple.

Y en mi cabeza la historia de «cómo conocí a nuestra silla» resultaba ser vital para introducir el DIY jajajajajajaja. La silla necesitaba un saneamiento y lavado de cara.

Como hacer este tipo de trabajos en casa es más latoso y en el pueblito el Padre Boleno dispone de un taller súper equipado nos llevamos la silla allí para restaurarla durante los días que pasamos visitando a la abueli. En general estaba en buenas condiciones, eso sí decidimos quitarle todo el barniz horroroso y desconchado que tenía con ayuda de una lijadora eléctrica y una esponja lijadora para las partes más difíciles.

(Y aquí iba una foto del antes que hemos perdido en un reseteo inesperado de la memoria del móvil del consorte, ¡mil perdones!)

Nuestro sorpresón fue ver que sin un ápice de barniz tenía un color de madera natural precioso. Daban ganas de dejarla así tal cual. Pero había que tratar la madera con un producto anticarcoma, así que tras quitarle todo el polvo del lijado con un paño, aplicamos con un pincel dos manos de producto. Es muy líquido, se absorbe rápido y no altera el color. Después dejamos que se secase totalmente antes de decidir qué acabado final le dábamos.

Yo tenía en la cabeza un motón de ideas por culpa de Pinterest. Como nos gustaba mucho la silla al natural, decidimos pintar sólo las patitas con pintura tipo «chalk paint», como si tuviera calcetines. De este modo destacaría en contacto con el suelo sobre el color madera de la tarima.

Ya habíamos pintado más cosas con chalk paint pero era la primera vez que aplicábamos cera incolora después. Para que quedase perfecto el borde de la patita pintada hicimos una marca a la misma medida en las cuatro patas y protegimos con cinta de carrocero.

Nosotros utilizamos un rodillo de espuma. Por lo que me aconsejaron cuando me informé, es aconsejable dar varias capas con poco producto y esperar a que seque entre capa y capa. Las patitas llevan 3 capas de chalk paint en color rosa bolena. Es importante esperar a que está totalmente seca la pintura antes de despegar suavemente la cinta de carrocero.

El chalk paint seca muy rápido pero nosotros esperamos 24 horas para empezar a darle la cera incolora. A diferencia del chalk paint, la cera sí que huele un poco.

Echar cera es como untar crema en los zapatos o vaselina. Coges un trapito de algodón y la extiendes por toda la silla. En este paso yo era el señor Miyagi y consorte era Daniel San. Yo miraba y le decía: «dar sera, pulir sera».

Bueno en realidad yo supervisé toda la operación pero las manitas, el lijado, la precisión etc… lo pusieron el Padre Boleno y el consorte, jeje.

Dimos dos capas de cera y no estaría de más darle una tercera. La madera queda ligeramente más oscura pero con un acabado suave además de estar protegida del desgaste producido por el uso.

La silla ya está colocada en su lugar, la habitación que actualmente usamos como vestidor. Queda monísima al lado del espejo de cuerpo entero.

Las que nos seguís en Instagram ya habíais visto un adelanto … Para tod@s los demás: Tachán!!

Ahora tenemos una silla única. Hemos restaurado un modelo antiguo, de madera, que siempre nos había gustado y le da el toque que buscábamos a ese rincón del vestidor.

Hermanas Bolena … Nos ha sobrado tanto cera como pintura así que ¡habrá que hacer más DIYs!