DIY Cómo restaurar nuestra mesa auxiliar
¡Buenos días familias! ¿Qué tal? Ahora que estamos más tiempo en casa, toca poner a punto detallitos de casa que teníamos un tanto… descalabrados… jajaja! ¿Os suena eso de que en casa del herrero, cuchillo de palo?
Pues si… la realidad es que a veces vivimos tan deprisa que no tenemos tiempo a prestar atención en los pequeños detalles, y aveces familias… Si has pasado por una rotura de cañerías en casa, y tus hijos o tú misma eres bastaste destructora bruta, pues las cosas se rompen…
Como ya os enseñamos por instagram, este verano tuvimos que picar toda la cocina por una rotura de cañerías. Nuestra querida pared de pintura, el papel, las alfombras…¡Sálvese quien pueda! En verano quedo más menos todo organizado, pero aún tenemos pendiente volver a empapelar, entre tras cosas…
Hoy empezamos con un pequeño DIY con nuestra mesa auxiliar protagonista. Una mesa que os enseñamos aquí recién llegada a casa, y que a base de sentarnos encima, tirarla, darla golpes… había acabado sin una de las patas.
DIY Cómo restaurar nuestra mesa auxiliar
No le culpamos a la mesa… la verdad es que ha cumplido su función a la perfección, pero es que le hemos usado mucho, mucho, mucho hasta ahora… De hecho, cada uno la usaba para una cosa: Miga se tumbaba sobre ella y la arañaba, el explorador jugaba a Lego sobre ella, la princesa pintaba, el manitas leía, y yo aveces trabajaba… sobretodo para descansar un ratito de ese artilugio de tortura llamado ordenador… jajaja!
Cuando vimos cómo había quedado, pensamos en reutilizar las patas y un pedazo de la encimera de madera que nos sobró de nuestra nueva cocina, y eso hicimos 😉
Materiales necesarios
- Madera de un diámetro de 50 cm, que es lo que mide nuestra mesa auxiliar
- Tornillos
- Herramientas: Destornillador, taladro, caladora y regla
El proceso de trabajo no puede ser más sencillo.
- Empezamos soltando las patas de su estructura original
- Con el soporte sobrante, dibujamos sobre la madera el círculo de la mesa. Luego lo cortamos con la caladora.
- Medimos todo bien con la regla, marcamos los puntos de sujeción de las patas, y las unimos a su nueva madera con unos tornillos gruesos.
- Para acabar, le dimos una pasada con la lijadora, y aplicamos cera. ¡Listo!
No sé si es la madera que más nos gusta para una mesa de este tipo, pero es que la que teníamos más a mano, ahora mismo nos viene de perlas tenerla en casa…
Tal vez más adelante la pintemos de blanco o algún otro color para darle más vidilla, aunque de momento, la dejaremos así… Primero tenemos que elegir el nuevo papel o pintura, la alfombra (que por cierto, con tanta rotura de cañerías ya es la tercera…), los textiles, y tal vez el mueble granate de la cocina…
Llevamos tiempo queriendo meterle mano, porque es un color que cansa mucho, y tal vez en un gris, por ejemplo, estaría mejor ¿Qué os parece? ¡Mucho queremos hacer! jajaja!
Ahora tenemos que buscarle una hermana, porque este tipo de mesas auxiliares quedan genial acompañadas ¿No os parece? ¿cual nos recomendáis? ¿en madera o blanca?
¡Sed felices!
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