diy: camiseta con transfer
¡Hola hola! Hoy os traigo una forma de customizar prendas muy fácil y que nos abre todo un abanico de posibilidades… ¡Con transfer!
Ahora que se acercan las rebajas, yo siempre aprovecho para comprar muchas camisetas básicas. Porque son muy útiles y porque también puedo usarlas luego para customizar. Una de las opciones es hacerlo con transfer.
Digo camiseta pero podéis usar cualquier prenda, siempre que sea clarita. De hecho, yo quería hacerlo con unos shorts, pero eran de vaquero oscuro y no iban a quedar bien. Al final me decanté por una camiseta básica blanca. También podéis ver el capazo que hice el año pasado.
Para hacerlo, hay que utilizar un transferidor de imágenes. Es como un pegamento de cola, y hay muchas marcas distintas en el mercado. Yo he usado el que compré para el capazo, y lo compré en Amazon. De un año para otro ha amarilleado un poco, pero sigue haciendo su función.
Necesitaremos:
– La imagen a transferir. Es imprescindible que esté impresa con láser, no valen cartuchos.
– Superficie clara.
– El transferidor de imágenes
– Agua
– Pincel
– Esponja
El funcionamiento de los transferidores viene a ser como los tatuajes temporales. La tinta pasa de un lado a otro y con agua eliminamos los restos.
Por lo tanto: tensamos la superficie en la que vamos a colocar nuestra decoración. Podemos colocar también un cartón o algo debajo para separar una parte de la camiseta de otra. Yo usé los dibujos de la libreta de parches, que me parecen muy molones para una prenda de ropa. Los recortamos todo lo que podamos, para que no queden marcas.
A continuación, debemos aplicar el transferidor, con la ayuda de un pincel, en la camiseta y en el dibujo. Os recomiendo que, para evitar que luego deje marca, en la camiseta apliquéis solo la zona exacta. Por lo tanto, una buena opción es colocar el dibujo, marcar con un lápiz cuánto ocupa, y aplicarlo solo dentro del contorno.
Luego, colocamos el dibujo boca abajo y dejamos secar. Ahí cada marca tiene sus instrucciones. Este, por ejemplo, dice que podemos darle 10 minutos con un secador de pelo y listo. Yo preferí dejarlo al aire libre y en un par de horas ya estaba listo.
Para despegarlo, tenemos que mojar y rozar con una esponja. Mojad bien, empapad, que si no no sale. Y con la esponja tampoco os ensañéis, que si no levantaréis el dibujo. Lo ideal es raspar un poco con la esponja y ayudaros de los dedos para ir levantando todo el papel. Veréis que, poco a poco, vuestro dibujo irá apareciendo.
Rasparlo todo bien es un poco rollo pero con un poco de paciencia lo conseguiréis.
Cuando terminé, la lavé a mano para eliminar los restos y las virutas que se habían quedado por ahí, y para poder decir a ciencia cierta si aguanta. ¡Y sí! No lo metáis en la lavadora, pero a mano se queda estupendo.
¡Y listo! Ya tenemos camiseta personalizada. Podéis usarlo con cualquier tipo de dibujo, mensaje, foto… De hecho, si las formas son más cuadradas, y no tan irregulares como las mías, queda mejor.
Un par de consejos para que no caigáis en los mismos errores que yo:
– Como he dicho arriba, aplicad solo el transferidor necesario: el que vaya a coincidir con la imagen una vez la coloque. Que no quede de sobra, porque si no, dejará marca en la camiseta.
– Si vais a colocar un cartón debajo, cuidado: porque las camisetas estas son tan finitas que mi pegamento pasó al otro lado y se quedó pegado. Que luego solo hay que quitar los restos de cartón y listo… Pero yo usé uno de un envío y por dentro hay más de un «Amazon» que se ha quedado transferido, jajaja
– Si véis que se ha quedado la imagen muy blanca, es porque no habéis retirado todo el pegamento. Seguid frotando.
¡Eso es todo!
¡Espero que os guste!
Mañana cambia la dinámica del blog y vamos a empezar con unos contenidos especiales para el verano… ¡No digo más!