Decorar un mueble con papel pintado
Como sabéis tenemos especial debilidad por los proyectos sencillos pero resultones. Es decir, por DIY que no nos suponen días de trabajo, pero que pueden cambiar de forma radical el aspecto de un mueble. Y entre todos los materiales, que usamos habitualmente, el papel es nuestro favorito. En esta ocasión os contamos una forma muy rápida y sencilla de personalizar un mueble simplemente forrando los frontales con papel. ¿Que os parece el cambio?
Materiales
- Papel pintado Florica de Harlequin disponible en Pepe Peñalver.
- Cola para papel pintado de Ceys (por cierto, por si queréis cotillear en su web existe una versión en polvo y otra con el pegamento listo para usar. Nosotros usamos la segunda, que nos resulta más cómoda):
- Brocha de Nespoli.
- Tijeras.
- Regla.
- Lápiz.
¿Cómo elegir el papel pintado para tus muebles?
Usamos papel pintado para decorar nuestro mueble porque es muy sencillo y rápido el proceso. Pero a veces tenemos dudas sobre cómo elegirlo. Os contamos algunos trucos para orientaros:
- Busca un papel que combine con el color de la pared donde vas a colocar el mueble. Aquí tenemos dos opciones: usa un papel que contenga el color de la papel, algún detalle es suficiente, o si lo que pretendes es una decoración más atrevida elige un papel que haga contraste.
- Si el mueble es de color oscuro, no abuses de papeles también oscuros.
- Colores intensos para muebles de color madera clara. Ésta ha sido nuestra elección. Combinar colores vivos como el turquesa o el fucsia con maderas claras, es una apuesta segura.
- Si vas a usar un papel que tiene un dibujo, toma bien las medidas y ten en cuenta el espacio entre cajón y cajón. Hay papeles que puedes colocar como quieras, pero hay papeles que tienen dibujos con ciertas dimesiones que debes respetar. Por ejemplo, si vamos a poner un papel en el que salgan caras de personas o letras cuando vayamos a tomar las medias y poner los cajones sobre el papel tenemos que dejar entre cajón y cajón el espacio que hay en el mueble porque si no, rompemos las proporciones y va a quedar mal.
- Papeles con texturas. Sin duda alguna una de las tendencias, que más protagonismo ha ganado en los últimos años en el mundo del papel pintado, es el uso de las texturas o la apariencia de las mismas. Hay muchos papeles que tienen relieves y diseños que asemejan a telas, cuero, madera o mimbre. Pero también encontramos otros papeles, como el que hemos seleccionado para nuestro mueble, que sin tener ese relieve lo parece. Este papel te invita a echar la mano y comprobar que la textura es un efecto no real. El uso del color y de las sombras en los detalles florales crea esa sensación que nos encanta.
Paso 1: Tomamos medidas
Colocamos el cajón sobre el papel y con un lápiz marcamos las líneas por las que vamos a cortar. Cuidado con hacer una líneas demasiado gruesas, que luego se pueden ver. Sin apretar en exceso marcamos el contorno.
Paso 2: Cortamos el papel y pegamos
Con unas tijeras rectas cortamos el papel y con el pegamento para papeles pintados de Ceys damos una capa sobre la madera para pegar el papel. La capa tiene que ser uniforme y homogénea para que no aparezcan bolsas. Tenemos que insistir en los bordes y esquinas para que el papel agarre sin problemas.
Paso 4: Forramos el interior de los cajones
Cortamos cinco piezas de papel. Una de ellas, la que vamos a colocar en la base del cajón tiene que tener las dimensiones justas del espacio que vamos a cubrir.
Las otras cuatro van a ser más grandes que los laterales. En total vamos a cortar cuatro piezas: dos de ellas con una anchura y altura un poco más grande que el lateral del cajón. Así podremos hacer unas pequeñas pestañas en las esquinas que van a evitar que se vean los cortes. Las fijamos justo al borde superior y doblamos el papel en las dos esquinas y la junta entre la base y el lateral.
Una vez que hemos pegado esas dos piezas, que tiene la altura y la anchura más grande que nuestro cajón, dejando tres pestañas, en los laterales y la parte de abajo, pegamos los dos laterales que faltan. Estas láminas de papel tiene el ancho justo del cajón, por lo que vamos a ponerlas justo en la esquina tapando las pestañas que hemos doblado. Una vez que tenemos seco el papel. Por último, pegamos la pieza de la base. Esta pieza va a tapar todas las pestañas de los laterales. Al no hacer los cortes del papel justo a los bordes y hacer que se sobreponga y ocupe parte de la base conseguimos que no se vea en ningún momento el fondo de madera blanco en el caso de que no cortemos bien el papel. En teoría los cajones se suponen que siguen líneas rectas, pero nos podemos encontrar que a pesar de tomar las medidas perfectas, luego el papel no casa.
El papel pintado tiene un grosor que hace que sea muy fácil trabajar con él, ya que no se arruga ni rompe cuando aplicamos el pegamento. Cuando hayan pasado varias horas desde que hemos aplicado el pegamento, podemos revisar las esquinas, que a veces nos encontraremos que se pueden levantar. Con el dedo comprobamos si no han pegado bien y podemos volver a aplicar pegamento. Podemos colocar una pinza durante unos minutos para asegurarnos de que quedan perfectas. Con muy poco trabajo hemos cambiado y renovado la imagen de nuestro mueble. De hecho, decorar unos cajones como estos nos puede llevar más o menos tres o cuatro horas y en una tarde los tenemos listos.
Con este proyecto nos sumamos a los Findes Frugales de Marcela.
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