Decoración cuarto juvenil
Qué difícil resulta ajustar gustos decorativos entre generaciones, ¿verdad?
A los chicos jóvenes les gusta tener sus iconos expuestos en las paredes:
los posters de artistas, deportes y demás empiezan a invadir la habitación y
a nosotros nos resulta poco estético y decorativo.
De alguna manera nos pasó también en su momento con nuestros padres,
aunque yo he sido poco mitómana y no recuerdo haber tenido colgados
carteles de artistas ochenteros en mi dormitorio.
Desde hacía unos años mi hijo Javier tenía dos grandes posters de su equipo
de futbol en la pared principal de su cuarto y yo no veía el momento de que
los retirase. Al menos cromáticamente no desentonaban demasiado del resto
de los elementos porque es del Atlético de Madrid y los colores rojo y blanco
del equipo encajaban con una bandera de Canadá dedicada por sus amigos
de un verano que pasó en aquel país, así como con un marco de fotografía
en forma de cabina telefónica que le trajo su chica de Londres.
Su guitarra y los dos expositores DIY que le hice para los imanes que suele
traer o le suelen regalar de viajes, completaban la decoración de esta pared
Aprovechando que los posters ya estaban algo viejunos propuse una opción
que sabía le iba a gustar: retirarlos y sustituirlos por un gran mapa del mundo
donde poder ir señalizando los lugares en los que ha estado.
La idea le pareció muy buena pero me pidió que intentará encontrar un mapa
mundi magnético para poder ir poniendo en él alguno de los imanes. Por más
que busque no encontré ninguno que se adecuara a lo que quería Javier.
El cuarto ha estado casi por un año como veis en la fotografía que sigue (al
menos mejor así que con los posters de fútbol)
Finalmente, tras mostrarle las alternativas que había encontrado, se decidió por
un vinilo adhesivo de mapa mundi en negro de 195×94 cms
un tamaño bastante considerable por lo que venía en dos partes.
Ha estado varios meses en casa embalado: el año pasado fue annus horribilis y
no encontramos ni el momento ni las ganas para ponerlo. Por las instrucciones
pensamos que sería algo engorroso de poner y lo fuimos dejando.
Pero el fin de semana pasado le llegó su momento y nos pusimos a ello. Se
necesita algo de paciencia pero no es difícil, más aún si se hace entre dos.
Grabamos un vídeo mostrando cómo hacerlo que podéis ver justo debajo.
Resultó muy divertido y un plan genial para compartir con Javier.Pensaba incluir tomas falsas pero preferí compartirlas en mi Instagram y noimaginé la de comentarios que provocarían (si quieres verlas click aquí) yes que realmente lo pasamos pipa.
A Javier le ha gustado tanto el resultado que ahora no quiere señalizar loslugares que ha visitado, prefiere dejarlo así. Supongo que con el tiempocambiará de idea e irá rellenándolo, con rotulador a la tiza por ejemplo.
A mí también me ha gustado mucho cómo ha quedado. Aunque debo admitirque no soy mucho de vinilos decorativos, en este caso el cambio ha sidomuuuuuy acertado, ¿no crees?