De portafotos a cuelga-pendientes
Para empezar, necesitamos:
- un marco de fotos (puede ser blanco de serie o recuperado con un poco de chalk paint)
- fabric o washi tape (yo he usado fabric tape)
- cinta de raso o algodón de 1 cm de ancho
- cordón de estilo rústico
- punzón
- tijeras
- grapadora
El proceso es muy sencillo; pegamos en todo el perímetro del marco una tira de fabric tape, quedará mejor si hacemos los cortes a inglete (no rectos, sino en ángulo de 45º)
Después, tomamos un trozo de cordón a la medida y le hacemos algunos nudos, dejando un ojal abierto y separados de 3 a 5 cm entre sí, dependiendo del tamaño de vuestro marco y de vuestros pendientes:
Y con algunas grapas (os recomiendo agenciaros una grapadora grandota) lo aseguramos a la parte trasera, alternándolo con tiras de la cinta de tela a juego; la separación depende mucho de los pendientes que vayáis a colgar, si son grandes y cuelgan, dejad más espacio que, por ejemplo, para unas perlitas 😉
Finalmente, con un punzón o aguja gruesa, perforan sobre la cinta para colocar pendientes pequeñitos (aquí no os aconsejo colgar pendientes muy grandes y pesados porque la cinta girará sobre sí misma):
Y listo! Ya podéis ordenar vuestros pendientes y decorar algún rincón de casa 😉
Venga! Seguro que tenéis por ahí algún marco de fotos que ya os aburre… y un montón de pendientes!