De bote a papelera con sorpresa
Hace unos días el esposo le pidió a Pica Pecosa una papelera para su mesa de trabajo pequeña y ligera pero que fuese lo suficientemente compacta para no salir disparada al primer golpe de viento o de lo que sea.
En realidad lo que pretendía era que le regalase mi bote de cocina customizado con chalk paint y tela (aquí) pero tuvo que conformarse con uno de detergente forrado con una tela. Que no es lo mismo pero ojo que quedó muy bonito y encima se lo llevó con una sorpresa que hace que tenga un poco más de peso para darle estabilidad.
La base de la que partí fue este bote de detergente y la tela que el propio esposo eligió.
A continuación lo forré con ella. Para dar forma a los bordes y que no quedasen arrugas hice pequeños cortes en la tela que sobraba y los fui pegando uno a uno.
Para el interior en un principio había pensado poner una tira de tela para disimular los cortes que había hecho para adaptarla al borde pero al final decidí forrarlo entero con una del mismo color y lisa.
Esta es la sorpresa de la que os hablaba, una piedra pegada en el fondo. Es lo suficientemente pesada para estabilizarla pero no tanto como para no poder levantarla con una mano y vaciarla y tampoco ocupa mucho espacio.
A mí me gustó mucho el resultado pero el esposo sigue diciendo que quedaría mejor mi bote de cocina.
¡Sed muy felices este miércoles!