Costura perfecta vs. costura meticulosa
Siempre me ha obsesionado conseguir la costura perfecta.
Una puntada estable, regular y bonita. Un producto con acabados finos y cuidados. Lo que es una costura perfecta, vamos.
LA TRAMPA DE LA COSTURA PERFECTA
Muchas veces oigo hablar de perfección en costura, sobre todo en los cursos presenciales. Queremos que nos salga perfecto, ideal, como si fuera comprado.
Aquí está la primera trampa. Como si fuera comprado.
¿Por qué queremos que las cosas que hacemos en casa con cariño y dedicación se parezcan a las cosas que se hacen con prisa y explotación? Afortunadamente cada vez hay más marcas que fabrican sostenible y respetuosamente, con el entorno y con las personas, pero hablo de la gran mayoría de cosas que hay en las tiendas.
Al hilo de esto, Laura, del blog Mi primera máquina de coser lleva un tiempo reflexionando sobre la industria de la moda, la ropa sostenible, etc, y Marta, de 2nd Funniest Thing también está muy comprometida con el tema de hacer en vez de comprar. Te recomiendo que las sigas, si no lo haces ya, si te cuestionas este tipo de cosas.
Una vez, en un curso, después de explicar cómo hacer los ojales a máquina, una chica me dijo que no estaba contenta con el resultado que había obtenido con su máquina, que no le parecía profesional.
Bien, le dije que mirara los ojales de su camisa. De la que llevaba puesta. Eran idénticos.
¿En qué momento hemos asumido que lo comprado es “perfecto” y lo que hacemos no lo es?
Hay que revisar cuál es nuestra idea de perfección. Que esa es la otra trampa.
Si por conseguir lo que crees que es perfecto, o lo que otros dicen que es perfecto, dejas de disfrutar en el proceso, algo está fallando.
Si pasas demasiado tiempo enfadada delante de la máquina porque no te salen las cosas como tú quieres, considera tomarte las cosas de otra forma.
Empieza a pensar qué es imprescindible para ti y qué no. Por ejemplo, la cremallera tiene que poder abrir y cerrar, en eso estamos de acuerdo, y se verá mejor si está recta que si está torcida, pero ¿realmente tienes que descoserla entera y volverla a coser por 1mm de desnivel?
SI MI COSTURA NO ES PERFECTA YO TAMPOCO. Y NO PASA NADA
Mirándome a mí misma, me doy cuenta de que siempre he tenido una especie de miedo, inquietud, no sabría cómo llamarlo, a que el hecho de no ser perfecta, o al menos no ir en esa dirección, se pudiera tomar por dejadez, pasotismo o descuido.
Nunca me ha convencido el rollo ese de “como es hecho a mano, puedo hacerlo a patadas porque eso le da el toque artesano” No, por ahí no paso.
Ni la artesanía, ni el handmade, ni el movimiento DIY son cuentos para hacer las cosas cutres ni de cualquier manera.
Pero eso es muy diferente a obsesionarse con la perfección absoluta (en caso de que algo así exista), con descoser y volver a coser todo el rato, con lamentarse del producto obtenido y nunca estar contentas con lo que hacemos.
Parece que vivimos en la idea de que sólo hay un acabado posible y no es cierto. Y lo que me parece más grave, de que sólo hay una forma de hacer las cosas.
Hace poco una chica me comentó en un vídeo (creo que era el de los leggins de niña) que cómo es que hacía primero el bajo del pantalón, si eso es lo último que se hace.
Y no me lo decía en plan crítica, sino en plan sorpresa. ¿Cómo alguien ha podido hacer tal cosa de una forma diferente a lo que siempre se hace?
Si asumimos que las cosas sólo pueden ser de una única manera, que sólo pueden estar terminadas de tal o cual forma, que no hay manera de mejorar lo establecido, ¿qué nos queda? ¿Coser sin pensar? ¿Coser patrones o ideas de otras personas sin cuestionar nada? ¿Sin aportar nada de nosotras mismas?
Con lo bonito que es inventarse las cosas, huir de la ortodoxia, pensar por ti misma cómo hacerlo… ¡y lograrlo! Eso te hace sonreír, te pone las pilas.
No podemos dejar que la posibilidad de que alguien pueda decirnos que así no se hace, que así está mal, mate nuestra creatividad.
No somos perfectas, nuestras costuras tampoco. ¿Y qué?
MI CONCLUSIÓN
Amiga mía, la costura perfecta no importa. De verdad.
Ser meticulosa está bien, preocuparte por tus terminaciones, por tus acabados, querer siempre mejorar tus procesos, tender a superarte a ti misma. Todo eso es genial, casi diría que imprescindible.
Pero cosemos para crear, para imaginar, para compartir, para ser un poquito más felices. No pierdas de vista el objetivo
Me encantará leer tu visión sobre la costura perfecta en los comentarios. ¿Te agobia que no te salga todo perfecto? ¿Te pasas más tiempo descosiendo que cosiendo?
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