Con la mochila a cuestas
Ya ha pasado más de una semana y todavía sigo recordando las experiencias de mi VIAJE al norte de Italia. Han sido unas vacaciones muy deseadas, por eso todavía sigue dando sus coletazos en forma de fotografías, vídeos y comentarios sobre las experiencias. Hemos disfrutado con los niños de una visita a las ciudades de Bérgamo, Milán, un recorrido en barco por el Lago Como, el descubrimiento de los monumentos de Verona y la estancia más prolongada en Venecia e islas de Murano y Burano. Completito verdad?
Pues os confieso que he quedado sorprendida del aguante y adaptación de dos niños de 3 y 5 años, con desplazamientos en tren, funicular, vaporetto y metro, entradas a museos naturales, de historia y de arte, además de caminadas eternas. Esta EXPERIENCIA me ha dado más seguridad a la hora de embarcarme en nuevos destinos que tenía descartados temporalmente por pensar que sería “más que complicado” (ilusa de mi). Toda la organización ha corrido de mi parte y ha supuesto horas consultando internet, foros y revistas que me han valido de mucho una vez que nos hemos puesto en marcha. Sin duda, no sólo os recomiendo este viaje en sí, sino la opción de probar a salir con ellos, por muy pequeños que os parezcan. Se manejan mejor que tú y que yo a dónde los lleves, y su adaptación es sorprendente.
En los días anteriores a la salida, las MALETAS abiertas ocupaban el suelo del estudio. Poco a poco las iba llenando con todo lo necesario. Entre los elementos básicos e imprescindibles estaban las mochilas de mano. Por lo menos dos. De un tamaño más bien pequeño para que los niños también las tuviesen que usar y hacerse responsables en algún momento de apuro. Una ya la tenía escogida y otra decidí hacerla yo misma. Esto se me ocurrió el día antes de tomar el avión
Aquí es cuando te acuerdas de un TUTORIAL guardado en favoritos, que sabes de sobra que tienes que probar… sólo me faltaba el “cuándo”. Se trata de la Mochila para el cole cuya confección se convirtió en un Cose Conmigo por Mónica de ROJO ABABOL, que podeis ver AQUÍ. En mi caso el tiempo era muy limitado y aunque las explicaciones son fenómenas, yo opté por los siguientes cambios:
1. Utilizar telas disponibles: algodón estampado para el exterior y nylon acolchado con guata para el interior.
2. Bolsillo de plastón simple para un lado y sobrepuesto para el otro.
3. Asa única a modo de bandolera, desde los extremos de la cremallera.
4. Añadir un vivo con cordoncillo a lo largo del perfil de los dos frentes.
De verdad os digo que este tutorial es un BÁSICO a tener en cuenta para cualquier regalo, tanto de cumples como de fechas señaladas como las próximas navidades. Yo probaré con una segunda versión en cuanto tenga la excusa, porque el resultado no me ha podido gustar más. Os dejo una prueba de lo que ha viajado esta mochila con esta foto sacada en el Castillo Sforzesco de Milán.
Muchas gracias Mónica, por tu trabajo y por compartirlo.
eLISA
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