Cómo hacer un transfer en FIMO sin gel ni agua
Perdonad, porque llevamos un verano lleno de actividades y hemos estado unos días muy centrados en sacar adelante nuevos proyectos. Estamos experimentando con resinas, transfer, renovación de cocinas, spray, cartón… Y por supuesto, hemos estado haciendo cositas con FIMO. Una de las técnicas que hemos estado trabajando es el transfer sobre FIMO. Como se trata de una arcilla que tiene un enorme poder absorvente os adelantemos que estampar imágenes sobre este material es realmente sencillo y nos puede servir para crear objetos de decoración originales y personalizados. Os contamos en este tutorial cómo hacer un transfer en FIMO. Avisamos: es sólo una técnica de las diferentes alternativas que tenemos para estampar imágenes sobre este material.
Cómo hacer un transfer en FIMO: materiales
- Pastillas de FIMO: color blanco, amarillo, morado y marrón.
- Cuchilla para cortar.
- Imagen para estampar sobre el FIMO.
- Cuchara.
- Máquina laminadora para alisar el FIMO o rodillo de metacrilato, liso y sin poro, para trabajar el FIMO.
- Termómetro para el horno.
- Horno y papel para proteger la bandeja.
- Metacrilato, cristal o azulejo no poroso que no absorba el color de la arcilla.
Paso 1: Moldeamos el FIMO
Con FIMO podemos crear la forma que más nos guste. Después de darle alguna vuelta quería hacer una especie de medallón que se pudiera acoplar en un marco de resina que teníamos por casa. Para que la superficie quede bien lisa, pero a la vez tenga grosor decidimos crear varias láminas de FIMO de diversos colores. En total, con la ayuda de la máquina laminadora sacamos cuatro rectágulos de FIMO que colocamos uno encima de otro. Una vez que teníamos ese bloque más grueso creado usamos la cuchilla para cortar todas las láminas a la vez y lograr un corte limpio.
Sobre esa forma ovalada colocamos una lámina de color crema. Con FIMO de color blanco, un poquito de amarillo y naranja hicimos nuestro propio color. Mezclamos bien la arcilla, pasamos varias veces por la máquina laminadora y conseguimos una lámina de un color crema que pusimos en la parte superior de nuestra pieza. Con la ayuda de las herramientas para moldear fuimos dando forma a los bordes para dejarlos bien asentados.
Paso 2: Hacemos el transfer en Fimo
Cuando todavía no hemos horneado la pieza podemos hacer el transfer en FIMO. Para la ocasión seleccionamos un dibujo de aspecto vintage que teníamos en una lámina. Lo bueno de esta imagen es que en la propia lámina aparece del derecho y del revés. Es una hoja que tiene el mismo dibujo por las dos caras del papel. Como digo, en una cara encontramos las imágenes y las letras del derecho. Si le damos la vuelta, está lo mismo, pero con efecto espejo. Este papel resulta muy útil para hacer transfer sobre cualquier tipo de superficie. Colocamos el marco encima del papel para buscar algún motivo cuyas dimensiones encajaran en este proyecto. Podéis encontrarlo en la tienda online: AQUÍ.
Recortamos la imagen y simplemente la colocamos sobre la pieza de FIMO. No aplicamos ningún tipo de líquido, ni nada. Sólo la imagen y por la parte donde no está el dibujo movemos en círculos una cuchara para dar calor y presión al papel. Como decía, en este caso vamos a usar unas láminas un tanto especiales. Como se ve en las fotografías, estas hojas de papel tienen el mismo dibujo por las dos caras. En una de ellas está del derecho (como en la anterior foto), por si queremos pegar el papel. Si damos la vuelta a la hoja, nos encontramos con el mismo dibujo pero al revés (como en la siguiente foto), por si queremos hacer un transfer. Por eso si véis en la foto que se ve la imagen del señor del bigote es porque estamos usando este tipo de papel que viene impreso por ambos lados. Pero lo que estamos estampando sobre el FIMO no es la imagen que véis en la foto. Es la que está por la otra cara, la que hace contacto con la arcilla.
Este momento es un tanto delicado. La tinta está fresca y en cuanto pongamos el dedo encima nos la llevamos puesta. Si vemos que ha quedado muy claro, con muuuuucho cuidado podemos volver a dejar caer la hoja y pasamos de nuevo la cuchara. Pero como véis lo podemos hacer porque estamos agarrando en la parte izquierda el papel y no lo hemos movido. De esta forma, podemos echar un vistazo, pero no perdemos la referencia y si volvemos a pasar la cuchara no saldrá la imagen movida.
Como siempre para que el FIMO se ponga duro metemos la pieza en el horno a una temperatura de 110 grados durante media hora. Una vez que hemos horneado la pieza podemos darle una capa de barniz para protegerlo. Y una vez que hemos colocado el marco podemos ver que tiene muchas posibilidades nuestro pequeño proyecto para decorar muebles, cajas, cubos…
Trucos y cuestiones a tener en cuenta
Esta forma de estampar imágenes sobre FIMO es realmente sencilla y se puede llevar a cabo en dos minutos sin complicarse mucho la vida. Pero tenemos que tener en cuenta varias cosas. NO se puede hacer con cualquier tipo de papel. No valen servilletas o papeles con impresión láser normales. Podemos transferir directamente porque este papel no absorve del todo la tinta y se queda en la superficie. Algo muy parecido pasa con las impresoras de casa de inyección de tinta. Da la sensación que saturan el papel y posiblemente según sacamos el folio de la impresora podamos hacerlo. Os invito a probar. Busca un dibujo que te guste, sácalo por la impresora de casa (si es de inyección de tinta) y colócalo sobre el FIMO. Pasa la cuchara y a ver qué pasa. Antes de imprimir gira la imagen. Dale efecto espejo para que salga derecha sobre la arcilla. Ya nos váis contando vuestros avances con el FIMO.
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