Cómo hacer un purificador de aire casero con filtro HEPA [VÍDEO TUTORIAL PASO A PASO]

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Escrito por bricoydeco

Tener el aire limpio en tu hogar, lugar de trabajo y, en general, en espacios cerrados, resulta esencial para nuestra salud. Aunque no las veamos, existen multitud de partículas suspendidas en el aire que pueden provocarnos alergias y enfermedades. Por este motivo, este tutorial te mostrará paso a paso cómo construir tu propio purificador de aire casero con filtro HEPA de forma rápida y sencilla.

Normalmente, damos por hecho que el aire de nuestro hogar o lugar de trabajo está menos contaminado que el del exterior. Sin embargo, en el exterior esta contaminación se encuentra más dispersa mientras que en entornos cerrados estamos expuestos a una mayor concentración de compuestos tóxicos como:

Contaminantes orgánicos persistentes (POPs)
Compuestos orgánicos volátiles (Covs)
Bisfenol-A (BPA)
Compuestos perfluorados (PFCs)
Moho, ácaros, bacterias, virus, etc.

Un purificador de aire casero resulta muy útil para combatir la contaminación ambiental y mejorar la calidad del aire que tu familia y tú respiráis a diario.

Cómo hacer un purificador de aire casero

Un purificador o renovador de aire casero filtra el aire como los que se pueden adquirir en tiendas de electrodomésticos, pero es más económico. Los materiales que se necesitan para su construcción son los siguientes:

Extractor de aire. Se puede emplear un extractor de baño o los que se utilizan para ventilar estancias cerradas.
Filtro HEPA 13. Se pueden adquirir como recambios para aspiradoras y aparatos de aire.
Caja de cartón con tapa. Se recomienda que sea de cartón duro para que el purificador sea más resistente.
Cinta americana.
Cúter y/o tijeras.
Enchufe con cable y cinta aislante.

El siguiente vídeo tutorial muestra todo el paso a paso para hacer tu propio purificador, además de unas consideraciones generales que se deben tener en cuenta.

¿Qué es un filtro HEPA y cuál elegir?

La mayoría de los filtros HEPA están hechos por una lámina continua de una mezcla de fibras de vidrio entrelazadas. Los factores más importantes a tener en cuenta en este tipo de filtros son el diámetro de las fibras, el espesor del filtro y la velocidad de las partículas. Además, según sea la capacidad del filtro para capturar partículas de un determinado tamaño, tendrá una calificación (clasificación MERV):

17-20: inferior a 0,3 micras
13-16: de 0,3 a 1 micra
9-12: de 1 a 3 micras
5-8: de 3 a 10 micras
1-4: mayor a 10 micras

En este sentido, los filtros HEPA 13 o filtros Certificados para Clase de Polvo H atrapan el 99,995 % de las partículas perjudiciales para la salud de un tamaño superior a 0,3 micras. Por ello, son los más apropiados para filtrar las esporas de moho, los ácaros del polvo, el polen, polvos cancerígenos, aerosoles y agentes patógenos como bacterias y virus.

Por otra parte, su funcionamiento consiste en capturar las partículas nocivas de las siguientes formas:

Intercepción mediante flujo de aire: las partículas rozan las fibras del filtro y se adhieren a ella.
Impacto directo: las partículas grandes chocan y quedan atrapadas. El efecto será mayor cuanto menor sea la separación entre fibras y la velocidad en el flujo de aire.
Difusión: Las partículas más pequeñas colisionan con otras moléculas impidiendo el paso por el filtro. Se suele dar cuando el flujo de aire es lento.

¿Cómo elegir un extractor de aire?

Los extractores de aire resultan imprescindibles en estancias sin ningún tipo de ventilación y también como componente de los purificadores de aire. A la hora de elegirlo se ha de tener en cuenta los siguientes factores:

El caudal ha de garantizar una adecuada ventilación y extracción de aire. Normalmente, debe ser entre 6 y 10 veces por hora el volumen total de la habitación, si bien se recomienda que en aulas y bibliotecas sea entre 4 y 5, en oficinas y sótanos entre 6 y 10 y en baños y cocinas entre 10 y 15. Para calcular el tamaño del extractor habrá que multiplicar los m3 de la estancia (alto x largo x ancho), por la cantidad de renovaciones que requiere en cada hora. Por ejemplo, una habitación de 12 m2 y 2,5 m de alto (30 m3) necesitará un caudal entre 120 y 150 m3/h, mientras que una oficina con los mismos metros cúbicos necesitará un caudal entre 180 y 300 m3/h.
La potencia de un extractor de aire suele ir entre los 8 a los 35 W y su elección dependerá de la estancia en la que se va a colocar. Por ejemplo, en una cocina se necesita una mayor potencia debido a los humos que se generan durante la preparación de los alimentos.
El nivel de ruido no debería superar los 40 decibelios para que no resulte molesto, si bien hay que tener en cuenta que a mayor potencia más ruido se generará.

Consejos tener una buena calidad del aire

Además de construir tu propio purificador de aire, se recomienda seguir una serie de consejos que contribuirán a tener una mejor calidad del aire en cualquier estancia:

Ventilar periódicamente abriendo las ventanas para renovar el aire cargado. En caso de no disponer de ventanas, resulta imprescindible contar con un medio mecánico de ventilación.
Tener plantas de interior que contribuyan a purificar y mejorar la calidad del aire.
Eliminar el exceso de humedad para evitar la acumulación de moho y hongos, sobre todo en zonas como el baño.
Evitar la acumulación de polvo y el uso de productos químicos para limpieza y optar por otros más ecológicos como el vinagre y el bicarbonato.

En definitiva, el uso de un purificador de aire casero con filtro HEPA conlleva unas ventajas para la salud y bienestar de las personas que viven o trabajan en un mismo espacio debido a su capacidad para mejorar la calidad del aire. Espero que con este tutorial puedas construir tu propio purificador de forma fácil y rápida. No olvides que encontrarás muchos más trucos y guías de bricolaje en www.bricoydeco.com ¡Gracias por comentar y compartir!