Como avisé por Twitter y Facebook, no pude publicar anoche porque tuve líos de abogados y juicios (no te olvides de seguirme en mis redes sociales para enterarte de todas las novedades) y me sabe fatal, con lo bien que me estaba portando publicando en los días previstos! Para compensar, la entrada de hoy es una manualidad muy chula, que se que os gustan, y perfecta para halloween pero ideal para todo el otoño e incluso para el resto del año. Hoy vamos a hacer un cojín con forma de calabaza:
Vas a necesitar:
-Un rectángulo de tela cuya anchura sea el doble de su longitud. 50x100cm es una medida que estaría bien.
-Un retal de tela, de unos 20×20 cm como mucho.
-Una bolsa llena de miraguano, vas a necesitar un montón. Yo he usado ese que se puede despedazar como si fuera algodón de azúcar.
-Lana de un color que pegue con tu tela (lana gorda, de la que se usa para hacer jerseys y bufandas de punto).
-Aguja e hilo.
-Una aguja de lana muy gorda, cuanto más gorda, más fácil te va a ser.
Antes de ver cómo se hace el cojín, debo decir que esta fantástica idea obviamente no se me ha ocurrido a mi que apenas sí sé coser. He sacado la idea de este tutorial que a su vez creo que tomó la idea de Martha Steward. Pero me ha parecido divertido recrearlo y no he visto nada parecido en español.
Pues vamos a empezar cortando la tela para que tenga las medidas deseadas. Debe ser un rectángulo que tenga el doble de ancho que de largo, como dije en los materiales:
No estaría de más que antes le hubieras dado un buen planchado a la tela. Por si tienes curiosidad, la tela que yo he usado es de las que se utilizan para hacer saris indios que vienen ya precortadas. No me acuerdo del precio pero son bastante baratas. La compré en una de las tiendas de indios que hay al lado de la Plaza Mayor de Madrid. (Si necesitas más datos, escríbeme un mail!)
Ahora vamos a doblar la tela de manera que el reverso quede hacia fuera y se forme un cuadrado perfecto. En la foto no parece un cuadrado pero es el escorzo, I promise. Cosemos con un pespunte resistente (recomiendo usar un hilo gordo o doble) el lado opuesto al lado doblado (en la foto el lado cosido es el de la derecha).
Ahora vamos a hacer un fruncido en uno de los lados abiertos. Nos aseguramos de que no estamos cosiendo una cara de la tela doblada con la otra, sino que tiene que quedar un agujerito, fruncimos cada lado por separado (espero haberme explicado bien).
Aquí un detalle para que veas cómo debe quedar más o menos.
Ahora damos la vuelta al cojín para dejarlo por el lado «bonito». Hilvanamos el extremo que queda abierto para luego fruncirlo, pero de momento lo dejamos abierto como se ve en la imagen.
Ahora vamos despedazando el miraguano en trocitos para que se adapte mejor a la forma esférica del cojín. Metemos miraguano hasta que literalmente rebose para que quede bien tirante, los cojines flácidos quedan muy feos!
Ahora lo fruncimos y lo cerramos muy bien para que no se suelte. Quedará algo así. No importa si no es perfecto, el rabito de la calabaza lo va a tapar!
Ahora con la otra tela creamos dos formas iguales como las que se ve en la imagen, con un extremo redondeado y el otro recto.
Ahora los cosemos con el reverso hacia fuera como se ve en la foto. Dejamos el lado plano sin coser.
Le damos la vuelta y lo rellenamos con un poquito de miraguano…
… y cerramos el lado que nos quedaba abierto. Ahora volvemos a la cabaza. Esta es la parte difícil:
Le damos la vuelta al cojín de manera que tengamos delante el fruncido que hicimos antes de meter el relleno. Ahora usa tu aguja de lana (nosotros teníamos sólo una aguja pequeña de lana y nos costó Dios y ayuda), enhebrala e insertala sin miramientos por el «culo» de tu calabaza (esto suena y tiene un aspecto fatal, publicidad de streamcloud anyone?) y ahora la sacamos por el otro lado (para que suene aún peor si cabe).
Volvemos a insertarla por la parte de abajo y a sacarla por arriba, creando las vetas de las calabazas con la lana. Las vamos separando unas de otras hasta que nos guste el resultado y tengamos todas las que queramos.
Cuando estemos contentos con cómo ha quedado, podemos recolocarla un poco para que quede con la forma exacta que queramos. Y ahora nos toca el otro paso complicado:
Tenemos que coser el «tallo» al fruncido que hicimos después de meter el relleno. Es difícil coser en esa postura y en una zona que está como hundida. No hace falta que quede perfecto, lo importante es que quede bien apretadito y muy seguro.
Congratulations! Ya tienes tu cojín en forma de calabaza y antes de Halloween. La verdad es que creo que voy a dejar el mío puesto durante todo el año, me gusta mucho cómo a quedado. Echa un vistazo al post original en el que me baso (que mencioné arriba) porque lo explica todo súper bien.
Estoy segura de que este cojín quedará genial tanto en telas estampadas como lisas y en todos los colores, sólo escoge una que pegue con tu cuarto o tu salón!
¿Te ha gustado el cojín calabaza? ¿Te gusta la decoración de Halloween?