Cómo hacer el portalápices más fácil del mundo
Si os pasa como a mí, y cuando pensáis en un escritorio bonito y ordenado, con su portalápices, sus rotuladores de colores y sus folios a estrenar, se os hace a boca agua, la idea que os traigo hoy os va a gustar.
La clave en el mundo de la papelería y en la horas y horas de estudio es, como diría mi madre, tener la mesa “despejadita”. Y, a veces, mantener el orden en el escritorio con todo el estrés de entregas y exámenes no es fácil de conseguir.
Andaba yo en esas, buscando una manera distinta de tener los rotuladores. Quería tenernos a la mano y la vista pero sin ocupar mucho espacio.
Y creo que he dado con una forma muy práctica y como siempre, low cost . ¡Y tan fácil! Es una de esas ideas que tanto me gustan, esas que podemos hacer en casa ahora mismito porque los materiales seguro que los tenéis en casa.
Materiales
- Porta-rollos de cocina de madera
- Vasos de papel
- Pintura y brocha
- Cúter
Como podéis comprobar, los materiales son muy sencillos y por, alrededor de 3 euros, podréis hacer vuestro propio portalápices.
Además, es una buena manualidad para los niños, siempre que les ayudéis con el uso del cúter. Por lo demás, podrán personalizar el portalápices al completo y a su gusto con pintura, spray, washi tape y con cualquier cosa que se les ocurra. ¡Dejad que investiguen!
Para los que nos consideran “mayores” no hay nada como elegir los colores que mejor nos vayan para dar un toque “chic” al escritorio.
Paso a paso
1. El primer paso será pintar el porta-rollos de madera. Si es nuevo, no necesitáis tratar la madera de ningún modo, si eso, lijar un poco y estará lista para pintar.
Si el porta-rollos ha estado en uso, primero habrá que retirar impurezas con un paño húmedo.
En mi caso, he usado el color blanco pero podéis usar el que más os guste. Con ayuda de una brocha y pintura cubriremos por completo todo el porta-rollos. Yo he usado un blanco de acabado satinado de Xylazel que además se limpia con agua. Pero bien podéis usar chalk paint, que seca también muy rápido y deja un acabado a la tiza.
2. Mientras seca la pintura vamos a ir preparando los vasos que conformarán nuestro portalápices. Con tres unidades será más que suficiente, pero eso lo veréis con la longitud del porta-rollos.
He elegido estos vasos de varios colores con lunares que creo que van a dar algo de alegría a la mesa y van a ir bien con el color blanco que le he dado al porta-rollos. Además, si os veis con dudas al elegir los vasos, los lunares nunca fallan. Palabrita.
Con un cúter y con cuidado, vamos a hacer un corte en forma de cruz en el fondo de cada vaso. Este corte, nos permitirá pasar a través de ellos el portarollos como veréis más adelante.
Si los niños participan en esta manualidad, recordad ayudarles en este paso.
3. Con la pintura seca y los vasos preparados, sólo nos queda colocarlos en el porta-rollos. Su colocación radica en no ponerlos rectos, sino en una posición algo oblicua. El primer vaso lo llevaremos hasta dar con la base del porta-rollos.
Los siguientes vasos apoyarán sobre el borde del vaso anterior.
Los orientaremos a modo de zig-zag. Así quedarán bien sujetos y tendremos un portalápices estable. Los lápices o rotuladores quedarán apoyados en los vasos en lados alternos por lo que podremos cogerlos fácilmente sin estorbarnos.
¿Fácil verdad?
¡Espero que lo hagáis en casa! Y si os quedáis con ganas de más, os dejo otra idea que ya compartí para hacer otro portalápices reciclando. Para que veáis que tener un escritorio bonito no es caro. Con un poco de imaginación podéis conseguir el escritorio de vuestros sueños y además ¡superpráctico!
Aprovecho para daros el nombre del libro que aparece en las fotos. Es el libro para niños “5 patitos” de Margarita del Mazo y Cecilia Moreno de la Editorial Jaguar. Siempre hay alguien que me pregunta y aquí me adelanto, así, a lo “influencer“. Suelo leer cosas con menos dibujos, para mi pesar, pero como la prima Ceci dibuja tan bien, tenemos todos sus libros y aparecen en mis DIY.
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