Colgadores con pintura de tiza
Os hemos ido hablando de los talleres que hacemos cada semana en Espíritu 23 y de las clases que damos en DIY que Sí!, el primer evento mensual para amantes de lo hecho a mano. Pero a veces, entre unas cosas y otras, no tenemos tiempo para dar más detalles sobre los trabajos que hacemos. Últimamente hemos estado bastantes liados con la pintura de tiza y hemos llevado a cabo varios proyectos con ella. Para aquellos que no podéis ir a nuestras clases, os dejamos algunas de las ideas que nos han inspirado. (Por cierto, si eres tallerista y buscas un espacio para dar clase, pregunta por las aulas en Espíritu 23: diyquesi@espiritu23.com).
Efectos decorativos con la pintura de tiza
La pintura de tiza es una pintura acrílica, es decir al agua, que tiene más yeso que las pinturas acrílicas normales. Esto hace que agarre muy bien sobre las superficies, pero a la vez, es menos dura que los esmaltes. Seguro, que alguna vez, si has pintado con este tipo de pintura alguna silla, mesilla o mueble que tiene mucho trote, te has encontrado con que al recibir un pequeño golpe, puede saltar la capa de pintura. Para evitar eso, tenemos que sellar nuestra decoración. Es decir, o damos una buena capa de cera o barnizamos. O incluso, si queremos ese acabado mate de la cera, podemos aplicarla y posteriormente proteger nuestra pieza con un barniz mate. La pintura de tiza no es mejor, ni peor, pero simplemente tenemos que tener en cuenta dos cosas: el tipo de superficie donde la vamos a usar y el uso que vamos a darle a ese mueble para protegerlo más o menos. Y una vez dicho esto, os mostramos diversos efectos y acabados con este tipo de pintura.
Con la veta a la vista
Este va a ser nuestro punto de partida. Vamos a repasar efectos, desde los más sutiles hasta los más exagerados. Por eso vamos a empezar con este efecto tan simple, pero que a mí me encanta. A diferencia de la pintura acrílica normal, vamos a crear con la pintura de tiza o chalk paint una capa mucho más gruesa, lo que intensifica la decoración en la madera.
Paso 1: Lijamos
Vamos a sacar una lija de grano grueso para igualar la superficie y abrir bien el poro de la madera. De este modo, la pintura se va a filtrar mejor.
Paso 2: Pintamos
Damos una capa gruesa de pintura.
Paso 3: Retiramos pintura
Con un paño de algodón retiramos la pintura y dejamos que seque.
Paso 4: Lijamos
Con una lija de grano fino vamos a lijar de nuevo la superficie para lograr que la veta se vea a simple vista.
Paso 5: La espátula
Vamos a dar varias pasadas con la espátula de decapados. Nos va a servir para retirar pintura de las zonas donde la madera es más dura y metemos aún más hacia el interior la pintura.
Paso 6: Cera
Aplicamos cera incolora con un paño o estopa. Tenemos que tener en cuenta que es muy fácil que retiremos parte de la pintura. Al aplicar cera, la pintura se vuelve más blanda y es muy fácil que se vaya algo de color.
Con plantillas
Ya tenemos nuestro punto de partida. Una tabla a la que hemos cambiado el color, pero donde se ven las vetas de la madera perfectamente. Ahora vamos a combinarlo con una plantilla.
Paso 1: Colocamos la plantilla
Con la ayuda de la cinta de carrocero fijamos bien la plantilla a la madera.
Paso 2: Pintamos
Con un pincel redondo cogemos pintura, descargamos en un papel o tela y vamos dando pequeños golpecitos sobre la madera. Dejamos secar.
Paso 3: Lijamos
Con una lija muy fina damos varias pasadas y conseguimos que nuestro dibujo se aprecie, pero a la vez tenga un efecto desgastado. Para el acabado podemos dar cera para sacar brillo o dar un barniz mate.
Decapados
Si lo que nos apetece, podemos usar combinaciones de diversos colores para ampliar ese efecto desgastado.
Paso 1: Pintamos
Damos una primera capa de pintura de tiza. Dejamos secar.
Paso 2: Estopa
Si no queremos que salga la madera y sólo queremos que se vean las capas de pintura, lo que hacemos es dar una pasada de estopa. De esta forma, logramos pulir la pintura y no se verá la madera.
Paso 3: Segunda capa de pintura
Damos el segundo color y dejamos secar.
Paso 4: Decapados
Aquí tenemos que tener en cuenta que hay varias formas de hacer el decapado con efectos diferentes. Próximamente haremos un post con todos los detalles porque al finalme salen larguísimas las explicaciones y creo que aburre. Pero básicamente podemos usar lijas, lana de acero y estopa para desgastar la pintura. A esto tenemos que sumar la cera. Podemos aplicar la cera sobre la segunda capa de pintura, pero también podemos dar cera entre una capa y otra. Es lo que se denomina decapados con vela, que Isabel Vintage, domina a la perfección. Simplemente aplicamos cera en esas zonas que queremos que sólo se vea el primer color que hemos dado. Como la cera no permite que agarre la pintura, cuando demos la segunda capa de color y pasemos una lija, quitaremos toda la pintura que hemos dado en segundo lugar.
Pinzas o tiradores
Y una vez que hemos decorado nuestra madera llegamos a un momento realmente importante: ¿pinzas o tiradores? Aquí es el gusto de cada uno.
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Y como es viernes, nos sumamos con nuestros colgadores a los Findes Frugales de Marcela. Como siempre una cita muy recomendable para ver cosas bonitas.
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