cine craft: Matilda

Empezamos la semana con una nueva sesión de cine craft. En muchas ciudades estáis de puente, así que… ¿qué mejor plan que peli e ideas molonas? Hoy nos inspiramos con una de mis películas favoritas cuando era niña: Matilda. ¡Acción!

Cuando el señor Wormwood arranca las páginas del libro que está leyendo Matilda, todos sufrimos un poco por esa escena. Seguro que nunca te cruzas con nadie tan cruel como para hacer eso en tus narices, pero si ocurre, al menos aprovecha las páginas con alguna manualidad. Por ejemplo, un cuadro como este.

En la película hay varias escenas en el colegio y, como no podía ser de otra forma, las pizarras cobran importancia. Especialmente, cuando Matilda decide vengarse de la crueldad de Trunchbull y le da un buen susto utilizando sus poderes. No la usarás para asustar, pero seguro que es muy útil. Por ejemplo, para el menú diario, como este caso.

Si habéis visto la peli, sabréis que Matilda se refugia en los libros y para ella son su gran salvación. Seguro que tiene un buen marcapáginas. Y si tú no, aprovecha para imprimirte alguno, por ejemplo este que publiqué hace más de un añito.

La señorita Trunchbull es malvada y odiosa, pero a lo largo de la película podemos descubrir su fobia a los anfibios y, sobre todo, a los gatos negros. Así que, si alguna vez necesitas enfrentarte a ella, necesitarás una máscara como esta. ¡Saldrá corriendo!

A lo largo de la película vemos muchos alimentos, pero sobre todo dulces. Por ejemplo, cuando están en el restaurante y Matilda disfruta de una tartaleta de frambuesas mientras utiliza sus poderes contra su padre.

Pero si hay una tarta que destaca en la película, es la de chocolate que la señorita Trunchbull obliga a Bruce a comerse entera. Tenemos que reconocer que, aunque la escena da un poco de angustia, la tarta tiene una pinta increíble. Si quieres hacerla en casa, puedes usar, por ejemplo, esta receta.

Cuando Matilda le da una lección a Trunchbull, una de las partes más divertidas es cuando cae encima del globo del mundo y lo hace girar. Además, ahora esas «bolas» del mundo están de moda, y si no tienes una en casa, ¡la necesitas! Esta es muy molona.

Podríamos haberlo metido en recetas, porque es un alimento, pero realmente no lo hacemos nosotros. Lo que mola es comprarlo y disfrutarlo. Matilda ensaya sus poderes con el tazón de cereales. Y como buena estadounidense, utiliza los típicos aritos Cheerios. Si tú también quieres, aunque no consigas elevar la cuchara en el aire, puedes comprarlos aquí.

Llegados a este pinto, hay que decir que Matilde tiene un estilo muy molón. Por ejemplo, con un peto vaquero, una camiseta de flores y unas zapatillas de deporte. En otro momento de la película también veremos a la señorita Honey (sí, no nos olvidamos de ella) con un peto vaquero. ¡Así que necesitas uno! Como este.

Y también vaquero, el vestido con cuello de bebé y bordados de flores (¡con lo que se llevan ahora!) me encanta. Y aunque esta versión es menos de niña, evidentemente, nos servirá para imitar su estilo.

¡Ya os dije que no nos olvidábamos de la señorita Honey! Sus gafas de carey redondas son lo más, y encontramos unas exactamente iguales aquí.

Pero si hay un complemento que destaca en la película, ese es el lazo rojo de Matilda. No he puesto ninguna tienda, porque solo necesitáis un trozo de lazo de mercería, y atarlo al pelo. ¡Más fácil imposible!

Por último, dos planes molones que podemos extraer de la película. Que vienen, claro, cuando Matilda comienza a pasar tiempo con la señorita Honey y finalmente es adoptada. Por ejemplo, hacer un picnic. Ahora que se acerca el buen tiempo, es una idea excelente.

Y para los más atrevidos, despejar un día todo el salón y dedicarlo a hacer cosas que normalmente no se harían jamás, como volteretas, jugar con un aro o patinar. ¿Lo harías?

¡Eso es todo por hoy!
Espero que os haya gustado esta sesión de cine craft 🙂