Centenario del Cole Filipense Blanca de Castilla
Hay acontecimientos emotivos, alegres, emocionantes, complicados, chulos, creativos….. y hay acontecimientos simplemente IMPORTANTES. Y este es uno de ellos…..
La complejidad radicaba en el propio evento, nada más y nada menos que el Centenario del Colegio Filipense Blanca de Castilla. Cuando se pusieron en contacto conmigo, me hizo muchísima ilusión, pero pensaba que un evento de esta magnitud, no se lo iban a encargar a una chica a la ni siquiera conocían.
Mi propuesta fue sencilla, y creo que muchas veces la sencillez vence a lo complejo y a lo ya por todos conocido. Siempre, siempre agradecida a que se den oportunidades a las personas que hacemos que este tipo de eventos sea algo «único e irrepetible», y el recuerdo que quede en cada una de las personas que confían en mi sea algo muy especial.
En este caso tenía más peso el catering que la decoración, pero por supuesto quería sorprender. Así que, los pequeños detalles también tuvieron su protagonismo.
Los tonos elegidos para la decoración fueron; rojo, gris y blanco. En los centros de mesa y en el menaje, puse Pyracantha Coccinea (espino de fuego), que conseguí gracias a mis vecinos grijotanos.
También puse, unos números DIY recordando en todo momento su Centenario, con unas velitas, y una carta indicando el menú del que iban a disfrutar los comensales. Todo ello encima de unas maderas.
En el menaje también quise dar un toque de color utilizando las mismas ramitas que para los centros de mesa.
Todo dispuesto para la Gran Celebración, el comedor del Cole quedó de lo más «coqueto».
Entre tantos comensales, no podía faltar un, en este caso una celiaca, y preparé un menú especial para ella.
La verdad, es que procuramos dejar todo organizado al milímetro. En una barra «estratégicamente dispuesta» colocamos bandejas de diferentes tamaños con toda la «cristalería»….. ja, ja…. era de plástico, pero chulísima; vasos, copas y copitas…..y los postres. Así , solo tenían que levantarse, coger su bandeja y llevarlo a la mesa.
Además de los postres individuales, puse macarons, deliciosos…. el secreto de tanto color, algún día os lo contaré…..
Aunque fue muy fácil trabajar con todos y todas las profes, que me dejaron hacer a mi antojo con absoluta confianza, si que hubo algo que me pidieron muy especialmente. Coincidiendo con el Centenario, la directora del Cole, Julia, cumplía años. Me pidieron una tarta muy especial….. y como era «muy especial», y yo tenía muchíiiiiisima tarea, pedí ayuda a una persona en la que confío plenamente, no solo por quien es, sino porque conozco como trabaja, y sus trabajos son auténticas maravillas, por fuera y por dentro. Impresionante Miriam.
Y esto es todo amigos y amigas.
La verdad es que no os podéis imaginar la emoción que se siente cuando, en este tipo de acontecimientos todo el mundo queda satisfecho, recibes un montón de elogios, palabras bonitas….. bonitas no, preciosas….
Gracias a todos y todas las profes del Cole Blanca de Castilla, gracias a mis pinches favoritos, gracias a Miriam, gracias a Nieves por confiar siempre en mi, gracias Conchi y Ana Fátima por ser tan cariñosas…. gracias, gracias y mil veces gracias.