Carpas koi diy
Hola!!
Aparecemos por aquí después de bastante tiempo desaparecidos …………la verdad es que por un lado no nos da la vida para hacer tantas manualidades como antes y por otro hemos estado un pelín vaguetes ;-D. Ahora nos llevamos unos cuantos diys entre manos ………. aunque tampoco os emocionéis mucho porque ya habéis comprobado que rápidos lo que se dice rápidos no somos haciéndolos ;-D
El diy que os vamos a enseñar en este post podríamos llamarlo una replica diy de un objeto decorativo que hemos visto en varias cuentas de IG que seguimos y que además viene con leyenda incluida 😉 …………..¡¡así que, vamos allá!!.
Ya sabéis que nos encanta seguir cuentas de decoración en IG y por un lado sentimos especial predilección por las cuentas nórdico-escandinavas pero por otro nos gustan también las coloridas y retro y nos parece que en esa maravillosa mezcla esta lo divertido de decorar. Y eso mismo fue lo que nos paso con este diy ……………que lo veíamos en varias de las cuentas nórdicas que seguimos y a la vez nos encanto por sus colorinches.
El elemento decorativo que intentaremos replicar hoy son las carpas koi, cuya historia os contaremos mas adelante. Ya sea porque este diy no solo tiene poca o ninguna ciencia en cuanto a su elaboración, ya sea porque con la falta de costumbre de hacer posts que tenemos últimamente no hicimos ni una sola foto mas que la del resultado ……………es mas ……….si Miren del Blog Izebaren Txokoa no nos hubiera «pedido» el post ni siquiera teníamos pensado hacerlo ;-D. Pues ya sea por A o por B este post no lleva ni una sola foto del proceso ……………pero vamos que ya veréis que no puede ser mas sencillo…………. solo esperamos que vengáis con bien de ganas de leer ;-D
Como os contábamos ver estos coloridos peces en varias cuentas de IG fue el inicio del gusanillo que empezó a hacer run-run en la cabecita de Natalia …………hasta que dio con una web donde vendían estas carpas y se descargo un par de imágenes.
Y tras varias pruebas y algo de paciencia las logramos imprimir en un papel que me trajo Sergio de su trabajo. Lástima que el cartucho de color de la impresora estaba ya en las últimas y los colores han quedado un poco apagados.
Para que os hagáis una idea es un papel parecido a ese que utilizan en los centros de estética para cubrir las camillas ………….os hacéis una idea de su textura ¿no?. Ha de ser un papel resistente y flexible a la vez.
Las fotos que nos bajamos de Internet eran de las dos mitades de las carpas así que tan solo tuvimos que doblarlas por la mitad haciendo coincidir el dibujo de ambas mitades perfectamente; para esto como truco os diré que nos ayudamos colocando el papel en una ventana al trasluz.
Una vez doblada la imagen sujetamos ambas mitades del folio con cinta adhesiva e hicimos con un lapicero una linea dejando un par de dedos mas o menos de contorno y cortamos con unas tijeras.
Con las dos mitades ya recortadas y sujetas por la parte central procedimos a pegarlas por todo su contorno, excepto por la parte central, con pegamento de barra, dejando sin unir la zona de la boca. En ese momento necesitareis un par de aros de cartón, como de 1,5 cm de anchura, de la medida del diámetro de la boca del pez porque han de quedar con la parte de la boca abierta…………..ya veréis al final porque.
Nosotros para los tamaños de nuestras carpas hicimos estos aros con un rollo de papel higiénico y un rollo de balletas de cocina ……….aunque también se pueden hacer a medida con cartón que sea un poco duro porque han de darle un poco de estabilidad a las carpas
Al final nos dimos cuenta que hubiesen quedado mejor si las hubiésemos pegado con el borde hacia dentro ……….aunque si os animáis a hacerlo ya veréis que os costara mas pegarlas de ese modo y el resultado no se si sera bueno porque este tipo de papel es un poco engorrosillo de manejar sin romperlo.
Ahora llegaba el momento,por lo menos para nosotros lo fue, de pegar los aros en la zona de la boca de las carpas y doblar el borde hacia dentro ………..ahora veis eso que os comentaba lo de que hubieran quedado mejor si las hubiese doblado hacia dentro, porque tal y como las hemos pegado nosotros nos queda como un borde, que hemos intentado disimular un poco aplastandolo en la zona superior de la carpa.
Por último tan solo nos quedaría ponerlas un cordón con un trozo de hilo de esos como de bordar y ayudándonos con una aguja hacemos un par de agujeros lo mas simétricos posibles. Pasamos un par de veces el hilo por cada un de los bordes y anudamos en la parte superior.
¡¡Nuestras carpas koi estarían listas para volar!! …………..aunque para ver eso tendréis que pasaros por nuestra cuenta de IG 😉
Hace mucho tiempo en un pasado lejano, el agua del río azul que fluía desde el cielo y el río dorado que fluía desde la tierra, estaban separados por el legendario Portal del Dragón. El río dorado, llamado así por el color oro de sus aguas, era el último lugar donde podían nadar libremente los habitantes del mar; ya que los Dioses que caminaban en la tierra habían destruido su inmenso hogar, creyéndose los dueño verdaderos de todo lo que alcanzaba sus ojos.
Entre todos los habitantes de sus aguas, la familia de peces Koi eran los mas hermosos de todos, brillaban a la luz del sol como estrellas relucientes. Lo que mas deseaba el pequeño pez Koi era llegar a las aguas del río azul, pues su padre le contaba que hubo un tiempo en que no existían barreras entre un lugar y otro. Y los peces mas valientes, los peces dragones volaban en los cielos, como perlas iluminando toda oscuridad.
La entrada se encontraba río arriba y traspasando el Portal del Dragón, se llegaba a la Gran Cascada del río Azul. A todo aquel que llegara le salían alas doradas, para volar, convirtiéndose así en Pez Dragón.
El pequeño pez Koi, decidido a encontrar la Gran Cascada se dispuso a nadar río arriba contra la corriente. Los otros peces desanimados pensaban que era mas fácil nadar a favor de la corriente y no se molestaban en descubrir que había mas allá de la cascada, pues los caminantes de la tierra ponían trampas para burlarse de ellos.
A pesar de ser la corriente tan fuerte, el pequeño pez Koi haciendo un gran esfuerzo. aleteó lo mas fuerte que podía; aunque avanzaba lentamente poco a poco iba haciendo camino y se abría paso por el río.
El ruido del chapoteo llamó la atención de los caminantes de la tierra, que enfadados porque el pequeño pez se atreviera a desafiarlos, mandaron llamar al Monstruo de la Gran Boca, que se tragaba entero todo lo que nadaba a su paso. Sin embargo ellos no contaban con que el pez Koi tenía un tamaño tan pequeño que atravesó sin problema la agujereada piel del monstruo.
Superado el obstáculo el pequeño pez Koi siguió nadando río arriba y de pronto el agua se tornó oscura y sucia. No podía ver nada y comenzaba a encontrarse mal. Los caminantes de la tierra se jactaban de haber vencido los esfuerzos del pequeño pez; cuando de pronto desde la orilla el Dios del Aire compadecido mandó llamar a un remolino de viento que se llevó toda la suciedad y le despejó el camino para que continuara.
El pez Koi continuó, ya estaba cerca, lo presentía en sus aletas. Siguió y siguió nadando, pero algo extraño pasaba, había menos agua a su alrededor. Y de pronto se topó con un muro de piedra que se elevaba casi hasta el cielo ¿qué podía hacer ahora?. Al otro lado se encontraba el Portal del Dragón.
Entonces pensó que su única posibilidad era saltar lo más fuerte que pudiera. Lo intentó y el pez Koi no se rendía, a pesar de que oía la risa de los caminantes burlándose de él. Una y otra vez arrojo su cuerpo al aire para caer de nuevo al agua.
Estaba tan cansado que incluso parecía que el muro era mucho mas alto. Pero nunca quiso darse por vencido. El Dios de las Aguas que le estaba observando, emocionado por su valentía quiso echarle una mano, ya que los caminantes habían detenido su curso y despreciado sus aguas a capricho.
Cuando el pez Koi reuniendo todas las fuerzas que le quedaban se preparaba para el último salto, el Dios de las Aguas hizo llamar a las olas y su salto se elevó hasta alcanzar la cima y poder pasar al otro lado hacia la Gran Cascada de río Azul.
Y así, debido a que no se rindió nunca, el pequeño pez Koi pudo saltar al otro lado del portal y desapareciendo en la niebla renació como un precioso Pez Dragón. Y por las noches dicen que se puede ver al pequeño pez chapoteando alegremente por las aguas del gran río Azul.
Y desde ese día siempre que otro pez encuentra la fuerza, el coraje y la perseverancia como hizo el pequeño pez Koi de subir a contracorriente superando sus dificultades, es recompensado con la metamorfosis y transformado en un precioso Pez Dragón.
Y esta el la leyenda ¿bonita verdad?. A nosotros nos llamaron la atención estos peces, en un primer momento por una cuestión decorativa, pero desde que conocimos este preciosa leyenda nos gustan aún mas.
¡¡No os quejareis!! …………bueno o si ¡¡todo depende!!. La verdad es que nos ha quedado un pedazo de post largo largo ;-D
Nos despedimos ¡¡Hasta el próximo diy!! ………..que esperamos este mas cerca de lo que os podéis imaginar ;-D
Cuidaros y sed muy felices.