Calabazas por Halloween
Aquí somos más de Samaín. Hace varios años que en muchos sitios de Galicia, quieren recuperar esta fiesta que está considerada como la festividad de origen Celta más importante del periodo pagano y que es muy parecida al famoso Halloween.
He leído que antiguamente y coincidiendo con el día de Todos los Santos, los niños elaboraban decoraciones en calabaza pintando la cara de un esqueleto, después las vaciaban y finalmente colocaban una vela en el interior para dejarlas en las esquinas de sus casas o en las ventanas con la sana intención de espantar los malos espíritus… ¡Lo que nos gusta a nosotros estas cosas!
¿Sabéis eso que vemos tanto en las películas relacionadas con este tema, lo de “truco o trato” que los niños van por las casas en Halloween buscando chuches y timbrando de puerta en puerta…? ¡Pues también es nuestro! Es una costumbre Celta que consistía en colocar dulces en las entradas de las viviendas para mantener contentos a los espíritus que fueran a visitar la casa. Sí sí, aquí somos partidarios de tenerlos contentos.
Ya hace varios años que el colegio realiza un concurso en la etapa de primaria para premiar la decoración de calabazas y en casa, los padres y niños trabajan en ella para luego quien quiera exponerla. Yo este año me uno a ellas y hacemos un centro de mesa diferente como este del pasado año o como el que hoy os enseño.
De las siete calabazas que teníamos elegí tres, y con un poco de inspiración en “San Pinterest” que nunca falla, lápiz y pintura acrílica ¡listo! Nuestro Samaín ya tiene decoración en casa.
Pinturas acrílicas que para tantas cosas nos sirven, un poco de música, paz, y poquito más.
Mi Frida Kahlo que no me puede gustar más.
Y ya de paso les di a conocer el personaje de Frida a las niñas porque no entendían muy bien lo de “la ceja”, las flores…
Ya me diréis que os parece, y como las calabazas que hicimos el año pasado, miedo lo que se dice miedo no dan, pero como decoración de Halloween, para nosotros Samaín, yo creo que quedan genial.
¿Os gusta?