Caja de madera reciclada con ruedas
Al igual que ocurre en estos casos al primero a quien recurrí fue al sufridor de mi padre. No contenta con dejarle sin almacenaje para sus botes de miel encima le exigí que me pusiese las cuatro rueditas bajo la amenaza de que antes de Nochebuena le habría dejado (más) calvo de tanto insistirle. La perspectiva de tenerme merodeando entre sus cosas y no disfrutar de un momento de tranquilidad hizo que en menos de una hora la tuviese en mis manos.
Finalmente conseguí mi caja reciclada con ruedas:
Las ruedas las compré en la ferretería de mi barrio, hay de muchos tamaños y el esposo me ayudó a escogerlas para que no rayasen el parquet aunque llevasen mucho peso encima.
El interior lo dejé tal cual estaba porque quería que se viese que es una caja de madera reciclada. Traía botellas de vino separadas por unas tablas que iban encajadas en unas canaletas en los laterales, como se puede ver.
Abajo en la esquina tenéis una muestra de la pericia del #buenabuelo que serró los dos o tres centímetros de tornillo que sobresalían por encima de la tuerca. Luego la chalk paint hizo el resto, que se pega a cualquier cosa y ayudó a que quedasen disimulados.
Me encanta cómo queda con esta tela.
Y así de guapas van las ovejas.
Y el lobo disfrazado con una piel de cordero.
¿Qué os parece el resultado? Aparte de lo bonita que queda es muy útil porque con las ruedas puedes moverla sin esfuerzo por toda la casa y además tiene mucha capacidad de almacenaje que por supuesto ya se ha encargado de testar la niña, quién si no.
¡Pasad un feliz día!