Antes y después – Renovando un baño pequeño sin obras
Poquito a poco vamos dándole un aire nuevo a la casa que compramos. Muchas cosas estaban por arreglar, y a otras había que hacerles un lavado de cara. Y eso es lo que hicimos con un baño pequeño, o mejor dicho un aseo que tiene lavabo, inodoro y la lavadora. El espacio es muy reducido, porque se ha aprovechado el espacio bajo una escalera para hacerlo y el techo está en declive, y la estética estaba muy anticuada. Para que os hagáis mejor a la idea, os enseño la imagen del antes y el después y luego os cuento lo que hemos hecho con poquito presupuesto.
Como veis los azulejos eran un horror, y el mueble de lavabo era tan grande que no se podían abrir las puertas del fondo con la lavadora, y había que agacharse o lavarse las manos de rodillas… ¡Y mira que mi 1,60 no es precisamente una altura de jugadora de baloncesto! Así, lo que hicimos lo primero fue cambiar el mueble por un lavamanos pequeño de colgar, para dejar el espacio más libre, y de paso colocarlo lo más pegado al váter posible para que no tengas que agacharte para usarlo. Pintamos los tubos que se veían hasta el suelo con pintura en spray de color cobre para igualar los tubos de cobre a la vista de la conducción del agua caliente.
También queda más espacio al fondo, en la parte más baja del techo, con lo que la lavadora se puede pegar a la pared y tener espacio alrededor para poner la colada más cómodamente.
En el espacio que habíamos ganado con colocar la lavadora más pegada a la pared, aprovechamos a poner espacio de almacenaje para las cositas de la lavadora, rollos de papel higiénico o productos de limpieza del baño. Así, lo que perdemos al quitar el mueble, lo ganamos en un carrito con ruedas que permite moverlo y sacarlo del rincón.
También queríamos librarnos de los azulejos, pero decidimos que en lugar de meternos en una obra, los íbamos a pintar de blanco mate con pintura para azulejos aplicada con rodillo. Para librarnos de las cenefas en color y los dibujos de flores hicieron falta cuatro capas, pero como no es una superficie muy grande no fue complicado. Así en blanco liso, el espacio parece más luminoso e incluso más grande.
El último paso fue darle un nuevo aire al suelo. Ya llevábamos tiempo viendo las lamas de vinilo que parecen madera y son perfectas también para baños y cocinas, porque resisten perfectamente la humedad. Así que compramos el Leroy Merlin un par de paquetes para cubrir el suelo, y con un cutter y paciencia para rodear tubos, el váter y otras irregularidades, las colocamos en una tarde. ¿A qué queda muy bonito y parece madera de verdad?
Y el último paso, que ya os enseñé en otro post, fue hacer unos accesorios de baño DIY con tubos de cobre: un portarollos y un toallero. También en encontré un escobillero y un dispensador de jabón a juego para ese look blanco y cobre.
Y gracias a estos pequeños cambios, por muy poquito dinero hemos renovado este baño pequeño con un aire mucho más actual… ¿os gusta?
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