Pues resulta que cuando a uno le gusta algo lo repite y obtiene distintos resultados, ¿os ha pasado?
Me encantó la experiencia de tejer un
amineko en grupo, y lo visteis
aquí.
Así que decidí buscar otros colores y hacerle un amigo… bueno, una amiga.
También es un
amineko con mucho
corazón, apretadito y lleno de amor.
La lana elegida es Katia Panamá en tono coral, y el morrito y las manos y pies en blanco. Para el corazón elegí un tono gris perla.
Está tejido con un ganchillo de 3 mm.
Va a casa de una preciosa bebé, así que ya le he entrenado a ser un
amineko juguetón; me pareció un bonito detalle escribir su nombre…
Me encantan estos muñecos, creo que son muy amorosos y no descartó hacer más.
Al finalizar el proceso, reuní a mis dos creaciones y aquí están de fiesta.
«
Eva» se marcha y estoy segura que va a disfrutar mucho.
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