Adorno coastal: casetas de playa
Me fascinan aquellas antiguas casetas de playa. Tenían un encanto muy especial y además creo que eran utilísimas.
Me parece que sería de lo más práctico poder tener un lugar en la playa en el que poder cambiarse de bañador si no quieres irte a comer empapado al chiringuito, por ejemplo, y que no fuera por supuesto uno de esos aseos portátiles tan poco agradables.
Durante el siglo XIX, ir a la playa era prácticamente un rito reservado a los enfermos, ya que los baños marinos se consideraban terapéuticos. Las playas comenzaron poco a poco a ser tímidamente frecuentadas por los ciudadanos, aunque en un principio la mayoría de ellos eran paseantes. La moral de la época veía mal el baño en la playa como ahora lo conocemos.
Se empezaron entonces a instalar estas casetas de lona y habitualmente de rayas, cuya función era permitir que los bañistas, cada vez más abundantes, pudieran cambiarse de ropa y salir a la arena.
Antiguas casetas de lona en la playa de la Victoria, Cádiz. Fuente: tarjetaspostalesantiguas.blogspot.com |
En fin, que los bañistas de principios del siglo XX eran vergonzosos. En algunas regiones del sur de Europa incluso se acercaban a la orilla del mar en el interior de casetas de madera con ruedas y tiradas por caballos (conocidas por ello como caballitos de mar). Desde ellas se introducían pudorosamente en el mar, a salvo de la curiosidad del resto de veraneantes.
«Caballitos de mar» en el sur de Francia. Fuente: lafritadawordpress.com |
El último grito en la moda playera de 1920 fue la skreenette, una especie de saco con estructura tubular en cuyo interior las mujeres se quitaban el bañador y se cambiaban de ropa sin temer miradas indiscretas… es como cuando ahora entre dos sujetamos unas toallas a modo de cambiador improvisado, pero mucho más currado e imagino que bastante más incómodo de transportar jajaja
Skreenette. Fuente: www.quo.es |
En la actualidad se conservan algunas antiguas casetas, como en Sitges por ejemplo, cuyo ayuntamiento ha declarado bien Cultural de Interés Local el conjunto de casetas de playa del núcleo del Garraf, por su valor paisajístico y patrimonial.
Incluso en algunas playas se instalan en la actualidad «modernas casetas antiguas» con una función principalmente decorativa:
Casetas de lona en la playa de San Lorenzo, Gijón. Fuente: jasp–ast.blogspot.com |
Hace mucho tiempo que tenía en casa unas casitas de madera que encargué cortar y que resultaron tener demasiada altura para lo que yo quería hacer por aquel entonces…
Con lo fácil que hubiera sido quitarles unos centímetros, las arrinconé momentáneamente, de lo cual ahora me alegro muchísimo, porque de pronto se me ocurrió hacer un adorno muy playero y empecé a ver las casitas con otros ojos… de hecho, ya no las veía como casitas, sino como casetas, que es muy diferente jajaja.
Estas son las casetas en madera natural ya bien lijadas:
Casas de madera natural |
En primer lugar he teñido las tres con pátina de anticuario, un producto muy similar a la cera oscura.
Casetas de madera teñida |
Después he hecho algunos surcos con un punzón y las he pintado alternando blanco y azul con la madera oscurecida, desgastando con lija una vez seca la pintura.
Pintar con acrílicas y desgastar |
Unos pequeños cuadrados de contrachapado.
Pegar con cola unos pequeños cuadrados de contrachapado pintados de la misma manera que las casetas |
Dos manos de barniz y como último paso, encolar las casetas de madera entre sí.
Encolar las casetas uniéndolas entre sí |
Un homenaje a las antiguas casetas de playa que podría adornar una pared o cualquier mueble, estante…
Espero que os haya gustado este sencillo adorno coastal y, sobre todo, que os pueda servir de inspiración para algún diy.
Un trabajo frugal, perfecto para compartir en casa de Marcela una semana más. Os venís?
Feliz fin de semana para tod@s!