100 cosas en 100 días
Últimamente estoy en una crisis existencial con las cosas. Sí, con “las cosas”, así en general. No puedo decir que me sobren cosas ni haya desorden ni acumulación. Pero siento que siempre hay algo. No porque haya empleado mal el método Konmari o porque haya comprado lo que no debía, he llegado a la conclusión de que hay algo más profundo en todo este tema de deshacerse de lo que uno no necesita. Y es esto: como ser humano, siempre estarás en proceso de construcción, de cambio, y pretender que los objetos sean inamovibles cuando tú mismo no lo eres, es estúpido.
Las cosas que para mí son imprescindibles ahora puede que no lo sean dentro de dos años. Igualmente, lo que me parece que tiene su sitio, puede parecerme fuera de lugar dentro de unos meses. Porque yo cambio, y con ese cambio es necesario también un cambio de objetos (al cambiar mis necesidades). Y no me parece algo malo, es una parte de ese aprendizaje sobre uno mismo.
Desde hace unas semanas miro a mi alrededor y veo que sobran cosas. Confieso que de momento las he dejado estar mientras pensaba qué hacer al respecto, porque también tengo mucho trabajo y sé que si me pongo a sacarlo todo fuera puede que tenga que estar unos días trabajando en mitad del caos más absoluto (y eso no ayuda a mi mente organizada). Pero se me ha ocurrido una terapia de choque para este problema mío con “las cosas”, deshacerme de un objeto al día, todos los días durante 100 días. Eso quiere decir que al final de este período de tiempo habré eliminado 100 cosas que no necesito. Y voy a empezar el día 1 de noviembre.
¿Tengo 100 cosas de las que deshacerme? Mmmmm, no estoy segura, la verdad. ¿Entonces? ¿Por qué no hacer un repaso a lo que tengo y solo eliminar unas cuantas cosas? Porque necesito verlo como un reto, un reto personal. Varias veces he escuchado hablar sobre este experimento en otros blogs y me apetece mucho retarme a mí misma. Ponerme a pensar de verdad, un ratito cada día, sobre lo que se va. A ver si se me pasa esta locura de seguir deshaciéndome de cosas que me da de vez en cuando (o por lo menos que se me quiten las ganas durante una buena temporada).
No he querido ver qué clase de objetos son los que tira la gente que ha hecho este reto-experimento, porque quiero adaptarlo a mí. Y yo no voy a excluir nada, voy a contabilizarlo todo. Es decir, si uno de los días decido deshacerme de una prenda de ropa, la incluiré en la lista de objetos o cosas eliminados, aunque también pertenezca al armario cápsula. Todo lo que sea un objeto físico puede tener cabida en este reto.
Y ya tengo mi lista del 1 al 100 anotada en mi bullet journal, esperando a que llegue el día 1 para que empiece a llenarla. Por supuesto, lo apuntaré todo para luego contároslo por aquí, ¡aunque ya aviso que 100 días son muchos días y que hasta febrero no habré terminado el experimento! Además, como también tengo ese conflicto interno de que todo se aproveche, al lado de cada ítem de la lista apuntaré si ha ido a la basura (B), si lo he donado o regalado (D) o si lo he vendido (V), así tendré un indicador de a dónde ha ido a parar cada cosa. Mi primera idea fue la de fotografiar cada cosa que se iba, pero pensé que a lo mejor os aburría un poco…
¿Alguna ha hecho algo parecido? Porque a raíz de esto se me ocurren un montón de cosas, como 100 días sin comprar (excluyendo lo absolutamente necesario como comida o productos de higiene personal, claro), o 100 días sin opinar negativamente sobre los demás, o 100 días haciendo ejercicio, por ejemplo.
Estoy deseando empezar, porque lo veo como algo que puede ser divertido, que me va a poner a prueba, y no como algo que me vaya a hacer perder nada.
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