1 cesta hecha por Mireia – Los valores del DIY
1 CESTA HECHA POR MIREIA – LOS VALORES DEL DIY
Hoy voy a hablaros de los valores del DIY y cómo los hemos utilizado y aprovechado para que Mireia cree su propia cesta customizada.
Si recordáis hace un par de días os hablaba de un poco de inspiración para hacer una cesta para el verano. Se lo comenté a Mireia y me dijo que quería hacer la suya. Fruto de esto he sido consciente de la cantidad de cosas y valores que se pueden trabajar en casa a través de un DIY. Así que hoy os traigo un tutorial con el que hacer vuestra propia cesta, cómo la de Mireia y, a mí entender, todo lo bueno que puede tener, los valores del DIY.
Esto son los pasos que he desarrollado con Mireia para crear la cesta:
- Pensar qué queremos hacer. Parece una tontería, pero no. El hecho de sentarse y decir qué vamos a elaborar les ayuda a centrarse e imaginar el proceso. Nosotras teníamos claro que queríamos una cesta, pero qué clase de cesta?, qué materiales?…
- Diseñar la cesta: colores, tamaño y materiales.
- Pensar qué necesitamos y elaborar una lista. En nuestro caso necesitamos:
- Ir a la compra. Fuimos a una mercería de toda la vida y Mireia eligió lo que quería. Compró madroños y una cinta de pasamanería (que al final no utilizó). Eligió entre un montón de colores y tamaños. Después fuimos a la mimbrería que compramos siempre y allí eligió su cesta. Una cesta lisa con asa de piel y cierre en el centro, con un tamaño perfecto para ella.
- Pintar con spray. No os creáis que fue fácil para ella, pero lo hizo genial.
- Protegimos las asar aplicando cinta, tipo celo, en ellas para que no se mancharan
- Pintó la base de la cesta en color rosa y dejamos secar totalmente.
- Al día siguiente le ayudé marcando el contorno de las estrellas (4, una en cada lado) y ella las rellenó con pincel en color turquesa.
- Una vez seco retiramos el celo protector.
- Coser los madroños. Esta es la última fase y en la que más ayuda ha necesitado. La cesta es dura y queríamos coser no pegar, así que aquí ella dio unas cuantas puntadas y yo hice el resto.
La verdad es que el resultado ha sido muy chulo. Ella ha aprendido el proceso creativo, lo ha disfrutado y ahora se siente súper orgullosa con su cesta.
Justo ayer fuimos a dar un paseo por el centro de Palma y en dos tiendas le dijeron que les encantaba su cesta; su cara de orgullo máximo era. Así que ya podéis imaginar con todo esto la cantidad de cosas que hemos trabajado y disfrutado creando nuestra propia cesta:
- Conocer el proceso creativo.
- Comprar en tiendas de toda la vida.
- Crear una cesta única con nuestras manos.
- El valor de que esa cesta hay que cuidarla. El esfuerzo siempre lleva asociado esto.
- El orgullo de ver lo que una misma puede hacer con sus manos.
Y aquí nos tenéis a ambas paseando con ella. Espero que os haya gustado este post. Es un poco más largo de lo habitual, pero me parecía bonito compartirlo con vosotros.
*vestido Mireia de Oh!Soleil