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Guest post: DIY comestible de xocolata

No hay límites para la creatividad
y así nos lo enseña el ideador y ejecutor de este DIY inusual,
inspirado en juguetes infantiles,
con un proceso muy profesional
y un resultado muy dulce.

Os dejo con el invitado:


Este DIY:
no necesita ni tijeras, ni papel, ni pegamento, sino…¡chocolate!

no es una receta, yo diría que está más cerca de la alfarería y de la física
…consiste en hacer ¡piezas de construcción de chocolate!




Materiales: 2 tabletas de chocolate negro, piezas de construcción de juguete y un termómetro de cocina (¡imprescindible!)
La idea es fundir el chocolate y usar las piezas como molde.
Ello requiere tres pasos principales:

1. Fundir el chocolate según las reglas de la curva del chocolate
2. Usar las piezas para moldear el chocolate
3. Refrigerar y desmoldar

Antes de empezar, partimos las tabletas de chocolate en 2 mitades cada una. Una de las mitades la rallamos bien con el cuchillo (a virutas lo más finas posible), y las otras 3 mitades las partimos con la mano a pequeños trozos.

1. La curva del chocolate

Para poder rellenar moldes con chocolate fundido, debemos seguir las reglas de la curva del chocolate. Para moldear no es suficiente fundir el chocolate, sino que hay que hacer un pequeño ritual: fundir el chocolate a 55°C, luego bajarlo a 28°C, y volverlo a subir a 29°. Repito: 55°C – 28°C -29°C.

Esto se consigue así:


  • Fundimos al baño María las 3 mitades de chocolate partido a trozos, controlando con el termómetro que no pase de 55°C. Una vez fundido, retiramos unos dos tercios, dejando el resto al calor.
  • Al chocolate retirado le echamos las virutas que habíamos rallado y mezclamos hasta que se fundan. Esto hace enfriar el chocolate. Con el termómetro, controlamos esta bajada de temperatura hasta llegar a 28°C.
  • En ese momento, echamos el resto de chocolate fundido hasta hacer que la temperatura suba a 29°C.



¿Pero todo esto por qué?

Pues esto hará que el chocolate “cristalice”, es decir, que cuando se enfríe se quedará brillante y crujiente, como las tabletas y los bombones.

Experimento: Si queréis probar a simplemente fundir chocolate y dejarlo enfriar veréis que no produce un resultado brillante y crujiente, sino un color y texturas nada apetecibles…

2. Moldeado

Inmediatamente después de realizar la curva del chocolate, se vierte éste en las piezas, llenándolas completamente. Después se da la vuelta a la pieza, se sacude un poco, y se deja reposar boca abajo encima de una rejilla (o entre 2 tenedores). La idea es que se vierta todo el chocolate excepto el que se queda pegado a la pared.

Una vez rellenados todos los moldes, meter en nevera 30 minutos.

3. Desmoldado

Es la parte más delicada, ya que el chocolate se puede romper al sacarlo. Además, si hemos hecho mal la curva del chocolate, puede ser imposible desmoldar. Pero no lo sabremos hasta este momento…

No soy experto chocolatero, pero la manera que funcionó para mí fue dejarlo fuera de la nevera 10-15 minutos y luego presionar con uno o más dedos una pared interior de chocolate e intentar desplazar el chocolate hacia afuera del molde. Es delicado.

Hay que decir que esto lo descubrí a las malas: después de probar varias estrategias y romper casi todas las piezas de varias maneras, pude salvar alguna con ese truco.

Y aquí finaliza esta “manualidad” para niños.
Aunque en casa… las piezas no se las comió ningún niño…

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