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Dormitorio wabi sabi con toques glam

Desde que me mudé a mi vivienda actual he renovado la decoración de
mi dormitorio en varias ocasiones que os he ido mostrando en el blog.

De un estilo clásico renovado con toques shabby chic (podéis verlo aquí)
cambié a un estilo más depurado y minimalista de influencia nórdica en
tonos grises (aquí)
Ahora he vuelto a introducir algunos toques de color y textura mediante un
sencillo cabecero en madera natural y textiles en terciopelo y lino rosa.
El «nuevo» cabecero lo recuperé de un contenedor que estaba a unas cuatro
manzanas de mi casa.

Nada más verlo quedé prendada de su forma y tamaño, así como de las
imperfecciones que presentaba la madera clara y sin tratar (roces, agujeros
de clavos y algunas manchas).

Estaba bastante sucio, eso sí, y no quise meterlo en el coche, así que
lo llevé a casa arrastrando por las esquinas, que no eran romas, y fui
cambiando de esquina y posición de modo que, conforme avanzaba,
les fui dando forma redondeada.

Un buen lavado con lejía y detergente en el garaje acabó con la grasa y
suciedad que presentaban algunas zonas. Quité algunos clavos que aún
tenía y lijé las esquinas para suavizarlas.

Después una capa de cera transparente para hidratar y proteger la madera.

El tamaño era justo el de mi cama por lo que la idea de ponerlo como cabecero
surgió de inmediato, además lo utilizo como fondo para fotografías, ¡no puede
estar más amortizado!

No es el único DIY reciclado que tiene mi cuarto, la mesa/taburete hecha con
un viejo tronco la habéis visto en numerosas ocasiones.

Nunca os he llegado a mostrar cómo lo hice porque me limité a traerme uno
de los troncos que hay desde siempre en el jardín de mis padres (podéis
ver su aspecto original aquí), lavarlo con lejía de modo que el color grisáceo
de haber estado en el exterior tantos años dio paso al tono natural de la
madera, encerar y añadirle tres patas.

Por supuesto hay otros Do it yourself que quienes me seguís de hace tiempo
habréis identificado: la guirnalda de pompones que conseguí a partir de un
gorro de lana bien aprovechado (aquí) y el atrapasueños (aquí)

La combinación de materiales naturales e imperfectos (wabi sabi),

no sólo de estas dos piezas sino de los textiles de lino y sus arrugas, 

con otros de aspecto más lujoso y sofisticado como el terciopelo que 

aportan un toque glam, son tendencia y el rosa vuelve a estar de moda.



De este modo mi dormitorio vuelve a incluir el color rosa (no puedo evitarlo,
me sale naturalmente), ahora combinado con el gris, dos colores a los que
irremediablemente tiendo. Si os habéis dado cuenta son los del blog.

Contadme que os han parecido los cambios en mi cuarto, ¿creéis que a mejor
o lo hubierais dejado como estaba?

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