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DIY RENUEVA TU COCINA CON CHALK PAINT Y PEGAMENTO CEYS

Cuando las chicas de Handbox me comentaron de qué se trataba el nuevo desafío, mi cabeza empezó a funcionar, quería hacer algo chulo y un poco bestia, y es que me encantan las dos marcas que se han unido para este nuevo reto. Valoré varias opciones y al final, como siempre elegí la más complicada.

Renovar mi vieja cocina. Pero me alegro de haberme atrevido. Creo que ha pasado de un horror de cocina a un… Ouuu Yeah! Qué cocina!

¿No me crees? Mira, mira, lo tenía todo. Muebles nacarados horribles, dos colores, una cenefa de bodegón, puertas que cerraban mal, piezas sueltas….Así que con Ceys arreglé las piezas sueltas y con el nuevo Chalk Paint en Spray de Novasol pinté las puertas y molduras.

Sé que las comparaciones son odiosas, pero en este caso, a mí me pone muy, pero que muy contenta.

Si te ha gustado el cambio, vamos manos a la obra y te cuento todos los detalles.

La historia de esta cocina es que ha pasado por varios alquileres, pero siendo sincera tampoco creo que nunca haya sido bonita, ni recién puesta, pero aquí está, 20 años después pidiéndome a gritos que la tuneara.

Lo primero que hay que hacer es limpiar bien toda la superficie, yo he utilizado alcohol, para desengrasar a fondo. Lo ideal es que las puertas se hubieran podido lijar, pero éstas al ser como nacaradas se hubieran desconchado, así que había que optar por hacerlo a lo bestia.

He leído en la web de novasol que hay un producto para darle una imprimación antes y asegurarnos de que se fije bien la pintura. Pero tengo que decir que yo lo he hecho directamente con el spray de chalk paint.

Desmonté todas las puertas y quité los tiradores. Protegí el suelo con papel y voilá a darle cual grafitera.

Estas fotos son para que veáis lo bien que cubre de una sola pasada. Aquí al estar recién dada la pintura tiene como brillo, pero en cuanto se seca se queda un aspecto aterciopelado precioso.

El truco está en seguir las recomendaciones que vienen en el bote, aplicar a unos 25/30 cm y primero en zig-zag horizontal y luego en vertical. Es preferible darle varias capas finitas a que nos pasemos de carga de pintura, además seca rapidísimo.

Aquí veis todo el ejército de puertas, lo bueno es que además ¡prácticamente no huele! y el polvo que se genera se barre y no se pega en el suelo.

Una cosa que os tengo que contar, es que se quedaban como aguas que se ven en la foto, pero al darle encima el barniz al agua de Pinty Plus, desaparecieron todas y se quedó súper liso y uniforme.

Me imagino que en una madera más natural ni siquiera harán estas aguas, pero al ser una superficie no porosa es un poco más complicada la adherencia del producto.

El barniz es genial, es de acabado mate, así que no interfiere en absoluto al efecto pintura de tiza y protege la superficie. Esto es fundamental, ya que tendrán bastante trote y este barniz lo impermeabiliza y hace lavable.

Mientras mis puertas se secaban, empecé a reparar todos los destrozos y desconchones de la cocina. Para ello he utilizado Ceys Montack que sirve para todos los materiales. No sé las veces que este remate del copete se ha podido caer, pero os aseguro que a partir de ahora, ni una más.

Prácticamente todos las piezas del copete estaban sueltas. Tengo que confesar que después de un rato, comprobé que estaba bien fijado y eso no había dios que lo quitara. ¡Por fin!

El siguiente paso, ya reparados los desperfectos y pintadas las puertas, fue pintar los dichosos remates azules, os aseguro que aquí me hizo la vida mucho más fácil que fuera en spray, porque protegí las zonas que no había que pintar y de una sola pasada quedó perfecto.

Y cuando estuvo todo preparado, volví a atornillar los tiradores en las puertas y a colocar las puertas en su sitio… Aunque ahora parecían otras!

Ya no pude evitarlo decidí pintar también la encimera y los azulejos y terminar de rematar la cocina y convertirla en una chulada. Esto os lo contaré en el próximo post…
Me encantaría que pudierais tocar el tacto que tiene, aparte del efecto tiza, se queda como súper suave. Parece que nunca han sido unas horribles puertas nacaradas. 
Ahora la comida se sabe mucho más rica, y es que, cuando se está feliz en un sitio, se nota en todos los sentidos.

Estos son los materiales que me han hecho la vida un poco más bonita. Por poco dinero se pueden hacer grandes cambios, está claro que no siempre podemos meternos en reformas, pero… ¿Quién no se atreve a dar una mano de pintura?

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