Carnavales. Tocado DIY

Hola guapetones, igual me esperabais ayer y lo cierto es que yo daba por programa y publicada una entrada que encima no era para ayer sino para el martes que viene y es que llevo unos días que voy como pollo sin cabeza pero en fin….ya estoy aquí!.

No queda nada, tenemos los carnavales encima y en esto como en todo, hay filias y fobias. 

Yo, como ya os confesé por aquí he pasado por varias fases. He tenido épocas en los que no concebía unos Carnavales sin transformarme en personaje de cómic, animal, objeto extraño (que de todo ha habido) o lo que se terciara, eso sí, siempre en grupo y con muchas ganas de fiesta.

Y en cambio épocas en que estos días pasaban sin pena ni gloria y salía a dar una vuelta casi obligada con las fieras pero con mucha, mucha pereza.

Hace ya años que al no trabajar fuera de casa y tener «libre» la mañana me apunto para echar una mano a las andereños de la ikastola y bajar a la plaza nueva, bailotear todo lo que aguante el cuerpo y tomarnos un rico chocolate con bizcochos entre todos los pequeñajos de muchos coles de Bilbao que se acercan para disfrutar juntos de la fiesta.

Bueno, el caso es que os voy a contar (el disfraz no, por supuesto que es sorpresa hasta el viernes) pero sí cómo me he hecho este año «lo que voy a llevar en la cabeza».

Estaréis conmigo que los gorros, pelucas y demás floripondios que nos pongamos en la cabeza al final es lo que más fácilmente nos da ese toque carnavalero que necesitamos para camuflarnos entre el jolgorio.

 Le llamo tocado porque no sé si existe una palabreja para designar la mezcla de sombrero + peluca que es lo que voy a hacer.

Tenía este gorro de vaquero pero la verdad es que me apetecía darle un poco de chispa más que nada porque ya una vez de embarcarnos en este sarao….ya lo hacemos en condiciones, no?.

Necesitamos:

– Gorro (en mi caso de cowboy pero puede ser cualquier otro que tengáis en casa)

– Fregona (sin el palo, sólo los «pelos»)

– Silicona caliente o pegamento

– Tijeras

Vamos cortando «los pelos» a ras del plastico, si os fijáis vienen como dobles, de dos en dos sin llegar a estar separados. Y una vez cortados los vamos pegando al interior de nuestro gorro.

No sé si os pasará igual que a mí, pero es que con estos materiales de limpieza se me ocurre hacer casi de todo menos limpiar….jejejeje. 

Si os acordáis hace ya un tiempo, convertí unas bayetas en guirnalda de pascua, unos cuantos estropajos en Calendario de adviento y hoy le toca el turno al mocho, se llama así también, no?.

Poco a poco recubrimos todo el perímetro del sombrero con nuestra «melena» y…

Ya lo tenemos listo. Como veis yo me he puesto flequillo (ya de pedir…) y ya sólo me queda pedir cita en la pelu…

para desfilar un poco el melenón! Así es como un sombrero un tanto soso y una fregona…

se transforman en una rubia peligrosa en pocos minutos. Sabéis que no soy muy de fotos ni de dejarme caer por aquí pero carnavales  y vergüenza nunca van de la mano así que…

Quien no se disfraza es porque no quiere no?.

Hoy he recurrido al botellazo platino puro y duro pero imaginaros que de looks diferentes podemos crear con sombreros distintos y fregonas rosas, azules, verdes….que haberlas haylas! 

Bueno pues…ya sólo me queda despedirme, lo voy a hacer con una canción que no podía ser otra y os veo, si os apetece, mañana que me toca visitar a Maribel.

Feliz día!