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7 consejos prácticos para organizar una Primera Comunión

En mayo se cumplirá un año desde que #laniña hizo su Primera Comunión. Lo recuerdo con mucho cariño porque fue un día muy agradable que pasamos en familia y donde prácticamente todo salió como habíamos planeado.

Gracias a esa experiencia, puedo ofrecerte 7 consejos que te serán muy útiles si estás con los preparativos de una Primera Comunión o sabes que pasarás por ello:

1. REGALOS Y DETALLES DIY:
# Si quieres hacer algo DIY, calcula de forma realista si vas a llegar para la fecha. Es normal que te metas en Pinterest y quieras hacerlo todo. A mí me pasó y anduve loca unos días hasta que el #esposo me puso los pies en el suelo diciéndome que hiciese sólo aquello que sabía que podía acabar a tiempo. Y que antes de empezar algo nuevo, dejase finiquitado lo anterior. En caso contrario, mejor lo compras o lo encargas directamente.

# Organiza el trabajo por orden de prioridad. ¿Qué es lo que tienes que tener ese día sí o sí? Eso será lo primero con lo que tendrás que ponerte. En mi caso fueron los regalos para los invitados adultos (aquí y aquí) y los niños (aquí) porque no podía presentarme sin ello. Una vez que los tuve, lo siguiente fue montar el photocall y los adornos de las mesas con flores de papel (aquí). Eran importantes, pero no tan imprescindibles como los regalos.

2. INVITADOS:
# Haz una lista cerrada. Para mí una comunión no debe ser numerosa. Depende del tamaño de la familia, pero es una celebración básicamente íntima. Yo lo tenía fácil porque la mía es muy pequeña, pero la del #esposo no. Como tampoco quería meterle en un aprieto, le dije que a aquellos con quienes sentía un compromiso, para «compensarles» les daríamos el mismo regalo que a los convidados (aquí). Así no se sentían mal porque recibirían un detalle muy personal y al mismo tiempo su número no se nos iría de las manos.

# Crea un grupo de Whatsapp/Telegram. Es una  idea que a nosotros nos funcionó muy bien para tener a todos los invitados informados de la fecha, hora, dirección de la iglesia y el restaurante, etc. También fue útil para compartir fotos.
# Plantéate poner un transporte colectivo. Fue una idea que lanzamos en broma, pero que podría funcionar. Si todos los invitados salen y vuelven al mismo sitio, o puede hacerse una ruta, alquilar un taxi con muchas plazas o incluso un minibús es una opción a valorar. Saldrá económico, llegarán todos al tiempo, no se perderá nadie por el camino y podrán beber alcohol.
3. IGLESIA:
# ¿Hay que adornarla? ¿Quién se encargará? El tema de decorar el templo para ese día podría ser muy sencillo si todos fuésemos como tenemos que ser, como dice mi madre. En muchas parroquias el cura suele tener una floristería de cabecera y el gasto se divide a partes iguales entre los padres. Créeme que la tranquilidad de no tener que discutir con nadie sobre si flores blancas o amarillas, o adornos en los bancos o no, no se paga con dinero. Piensa en cómo sería una reunión de la comunidad, pero con más sentimiento. Pues esa, peor.
Si no tienes esa buena suerte, hinca las rodillas y ponte a rezar porque lo vas a necesitar.
# Asientos reservados para la familia. También suelen reservar los asientos delanteros para la familia de los comunioneros (uno por familia). Se adjudican por sorteo y es un invento maravilloso porque de nuevo te evita muchas discusiones. Otra cosa es decidir quién se sentará allí, pero al menos tienes la tranquilidad de que ese día no tendrás que volverte loco ubicando a todo el mundo.
Si en tu parroquia no lo hacen, no dejes pasar ni un minuto sin proponerlo. Cuantas menos cosas tengas que estar pendiente ese día, mejor.

# Imprescindible un «Plan B» para los hermanos del comunionero. Algo que recomiendo si por su edad y/o cualquier otra circunstancia intuyes que te pueden dar la ceremonia, es acordar con alguien (familiar, amigo) para que haga cargo de ellos en caso de que se pongan tocawebs. De esta forma, ellos no darán por saco en la iglesia y tú no te perderás ni un momento de esa celebración tan especial para tu hijo.

4. RESTAURANTE:

# Haz la reserva con suficiente antelación. Si quieres celebrarla en un restaurante concreto, recomiendo reservar en el mismo momento que sepas la fecha del día D para evitarte sustos y empezar a tachar cosas de la lista. Nosotros teníamos claro el sitio, al igual que los cientos de familias que lo llenaron ese año. Suerte que la comunión fue de sábado porque si no, tendríamos que haber buscado otro (pereza máxima).

Nos comentaban el caso de familias (en plural, muchas, no un caso aislado) que habían hecho la reserva con tres (¡¡3!!) años de antelación. Ansia viva le llaman a eso.

# ¿Celebrar la comunión un sábado? Hablando de fechas, hay muchas parroquias que por temas de logística tienen que ampliar al sábado. La de #laniña fue una de ellas y según mi experiencia fue el mejor día que nos pudo tocar. Te cuento las ventajas y desventajas que puedes encontrar si lo haces un sábado:

Ventajas
✔ No se madruga al día siguiente, así que todo el mundo está relajado y disfruta más de la fiesta.
✔ En algunos restaurantes puedes escoger un menú diferente al que ofrecen para las comuniones (cerrado y con un precio fijo), combinando los platos que te gustan y quizás hasta más barato.
✔ No hay masificación de celebraciones en la iglesia ni en el restaurante. Nosotros tuvimos un salón exclusivamente para la comunión de #laniña y de la hija de unos amigos. Impagable.
Desventajas:
✖  Muchos restaurantes no hacen comuniones ese día porque priorizan las bodas.
✖  No tienen actividades para niños, o no hay tantas como habría un domingo.

# Consulta si se puede decorar la estancia y/o las mesas. Hay sitios donde no te dejan meter nada y otros que no tienen inconveniente en que lo adornes. Nosotros escogimos el sitio precisamente porque sabíamos que iban a ser todo facilidades. Montamos un photocall con flores de papel, complementos de goma eva y guirnaldas con los nombres de las comunioneras, pusimos floreros en las mesas y globos en las sillas de los niños, y no sólo no hubo ninguna pega, sino que incluso se ofrecieron a hacerlo ellos mismos.

# Busca uno que tenga actividades para niños. Te recomiendo encarecidamente que escojas uno de ese tipo. Poder disfrutar de una sobremesa entre adultos mientras los pequeños se divierten (vigilados), no hay dinero que lo pague.  

Si es de los que no tiene, una opción es hablar con los padres del resto de comunioneros y pagar entre todos la animación. Créeme que será la mejor inversión que hagas ese día.

# ¿Y si esto se alarga? Pregunta en el restaurante si llegado el caso, podrían poner un picoteo para cenar. Nosotros tenemos experiencia en convertir cualquier sarao en una boda gitana, así que la consulta era obligada. 

# Infórmate de alergias e intolerancias alimentarias que puedan tener tus invitados. Imprescindible para avisar al restaurante y evitarse disgustos.

5. ROPA Y CALZADO: 

# ¿Quién escoge el traje de Primera Comunión?. Yo recomendaría que dentro de lo posible, se deje al niño escoger la ropa que vestirá ese día. Insisto que dentro de lo posible, no es cuestión de que vaya con el equipamiento de fútbol (me acuerdo mucho de los niños de Carmen No Soy una Drama Mamá) o con las mallas de baile, pero sí intentar respetar su criterio.

Yo estaba empeñada en que #laniña llevase el clásico vestido de lorzas (que ella odiaba y además le quedaba fatal) y al final tuve que darle la razón y reconocer que uno de corte romántico le favorecía muchísimo más.

# Reciclar uno usado. Si se va a aprovechar un traje que ya ha sido usado, mi consejo es intentar renovarlo para adaptarlo a las nuevas tendencias, sobre todo el de las niñas. En esto hay modas, igual que en los trajes de novia. Cuando yo comulgué se llevaba la manga larga, el velo y las capotas, nada que ver con lo que ponen ahora. No hace falta hacer una gran inversión; cambiar un cinturón, cortar unas mangas o añadir unas flores puede darle la vuelta a un modelo.

# El mejor consejo que te pueden dar sobre el calzado. Uno que deberías respetar a rajatabla: que sea cómodo. Un zapato en general y de Primera Comunión en particular debe ser cómodo. Luego todo lo que le quieras añadir: elegante, bonito, recargado o incluso caro (los precios de esta ropa y calzado merecen un post aparte), pero lo primero, cómodo.

En mi caso tuve suerte porque el vestido que escogió #laniña era de corte romántico, que pedía un calzado sencillo y sin adornos. Le compré unas francesitas/merceditas blancas con un lazo de cordón en el empeine, como una zapatilla de bailarina. Súper cómodas y que a ella le encantaron porque son como las que calza todo el verano. Y muy baratas, menos de 10 euros.

Por cierto que con esto tengo una anécdota: su bisabuela nos dio dinero para comprarle los zapatos (ya sabes la ilusión que le hace a la familia participar en esas cosas). Total, que la buena mujer nos dio una buena cantidad pensando lógicamente que íbamos a comprar unos zapatos dignos de una princesa. Imagínate la cara que se le quedó cuando vio aquella cosa tan básica y sencilla. No se lo podía creer.

Otro dato que habla a favor de un zapato cómodo: la niña que celebró el banquete con la mía se descalzó nada más llegar al restaurante y así anduvo durante toda la comida. #laniña no apeó los suyos, iba con ellos igual que con las zapatillas de estar por casa.

De todas formas, tampoco estará de más meter unas tiritas en el bolso, por si acaso.

# ¿Complementos sí o no? Antiguamente las niñas íbamos a comulgar equipadas con un ramo de flores, un librito de oraciones con tapas de nácar y/o un rosario. Los niños igual excepto las flores. A nosotros el cura nos quitó un cargo de encima cuando dijo que ese día los niños fuesen con las manos libres porque iba a ser una misa participativa e iban a necesitarlas. Salvo que tengas indicación en contra, recomiendo que no le pongas nada en las manos que pueda distraerle, caerse en el momento más inoportuno o perderse.

# ¿Incluyo ropa y calzado de recambio? Rotundamente sí, para salir a jugar cómodos y sin miedo de romper o manchar el traje. Habíamos quedado en que iban a hacer actividades a su bola, así que cuanto más cómodos, mejor.

# Peluquería. Te doy el mismo consejo que con el restaurante: si tienes claro dónde irás, reserva la cita en cuanto sepas la fecha. Será una cosa menos en la que pensar y te evitará un susto. Si por el contrario no reservas, ten en cuenta que en esa época suelen estar masificadas y si quieres que te atiendan de domingo, sólo lo hacen con cita previa.

6. FOTOS:
# Fotos de estudio. Si vas a contratar a un fotógrafo profesional, búscalo con tiempo para que estés cómodo con lo que has escogido porque se notará mucho en las fotos. Es una de las cosas en las que merece la pena estirarse porque va a ser un recuerdo para toda la vida. Infórmate porque muchos incluyen en el presupuesto además del álbum y las fotos para los recordatorios, una grabación en vídeo de la sesión en el estudio y otra post comunión en exteriores.

# Recordatorios. Si vas a hacerlos, pide el número justo que sabes que vas a necesitar. En caso de que te quedes corto, puedes pedir más sobre la marcha y tenerlos en un par de días porque sólo hay que imprimirlos. Así haces sólo los que necesitas y no gastas dinero de más.

# Fotos el día D. Mi consejo es que delegues en alguien y que esa persona lleve una cámara y se haga responsable de sacar las fotos más importantes, como el niño con los padres, los abuelos, los primos, la típica de familia, etc. Vuelvo a insistir en que cuantas menos cosas tengas que estar pendiente, mejor.

7. REGALOS:

# Más fácil para todos si hay una lista de favoritos. Nos guste o no, la Primera Comunión es una celebración que si no pones límites estrictos puede ser muy consumista. Lo normal es que todo el mundo quiera agasajar al niño en su día, pero puede hacerse con cabeza. Una forma es que el niño haga una lista con los regalos que le gustaría recibir. Bueno para el niño y bueno también para quienes quieren comprarle algo porque así lo tienen muy fácil.

# ¿Se pueden vetar regalos? Nosotros lo hicimos con el teléfono móvil. No hizo falta casi ni decirlo porque nuestras familias son bastante tradicionales, pero tanto el #esposo como yo teníamos claro que si alguien hablaba de comprarle uno la respuesta iba a ser que no.

¿Qué habríamos hecho si alguien llega a presentarse con uno? Yo creo que le habríamos dado las gracias igualmente y como esos aparatos suelen traer un tiquet regalo, le explicaríamos a #laniña que todavía es pequeña para tenerlo y lo cambiaríamos por otra cosa que sí utilice.

Lo mismo con las mascotas, son una responsabilidad muy grande, no un juguete.

Estas son las enseñanzas que saqué de ese día, unos consejos que resumiría en que ese día el protagonista es el comunionero. No los adornos ni el restaurante ni el modelete que vas a llevar. Es una comunión, no una boda, así que tampoco es para volverse loco con los preparativos. Con que estén todas las personas importantes para él y paséis el día felices es suficiente. Al final, es con lo que se va a quedar.

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